Si pensabas que el Chiron Sport era el Bugatti más bestial, agárrate porque la firma francesa acaba de presentarnos su creación más espectacular. Se apellida Divo, solo existirán 40 en todo el mundo y no, no te lo podrás permitir.
Bugatti ya nos tiene acostumbrados a crear auténticas obras de ingeniería. Con el Veyron nos dejaron boquiabiertos y con el Chiron actual, sin palabras. No obstante, la firma gala ha seguido superándose a sí misma. Prueba de ello no es solo el Chiron Sport del que te hablamos hace unos meses, sino el modelo que protagoniza estas líneas: el Bugatti Divo.
Tomando como base al comentado Chiron, los dibujantes de Bugatti han reinterpretado casi por completo su exterior enfatizando sobre todo el aspecto de la aerodinámica para así conseguir generar, según ellos, un ‘downforce’ brutal, de nada menos que 90 kilos. Nuevos apéndices, tomas de refrigeración de mayor tamaño, nuevos conductos de aire que canalizan el aire frío y lo envían directamente a los frenos, difusores más amplios, una toma de aire NACA colocada en el techo que finaliza en una aleta de tiburón que, a su vez, acaba en el que es probablemente el elemento exterior más trabajado: el alerón trasero. Imrpeso en 3D, cuenta con un 23% más de superficie que en el Chiron siendo el encargado de generar ese extra de carga y, al mismo tiempo, de hacer la función de freno.
Esto no se toca
Lo que los ingenieros no se ha atrevido a modificar del Bugatti Divo (nombre que por cierto rinde homenaje a Albert Divo, uno de los míticos pilotos de la marca) es su mecánica. Mantiene el mismo corazón del Chiron, es decir, el 8.0 W16 con cuatro turbocompresores que entrega una potencia final de 1.500 CV, permitiéndole acelerar de 0 a 100 km en solo 2,4 segundos… una auténtica barbaridad.
Eso sí, lo que sí se ha cambiado ha sido la velocidad punta, pues el Bugatti Divo se queda en unos ‘exiguos’ 380 km/h, limitados electrónicamente, mientras que el propio Chiron alcanza los 420 km/h. Ahora bien, los propietarios de los 40 Divo que se pondrán a la venta, ya están todos vendidos a un precio por unidad de unos 5 millones de euros, no buscarán la velocidad en recta (quizá ya tengan un Chiron para eso) sino lo que querrán es disfrutar como enanos mientras enlazan curvas. Porque según Bugatti, su nueva joya es capaz de aguantar una aceleración lateral de hasta 1,6 G, característica que le ha permitido rebajar el tiempo de vuelta del trazado de Nardo en nada menos que 8 segundos.
Como es normal, las suspensiones han sido adaptadas (el peso final se ha incrementado en 77 kilos), ofreciendo otro taraje, nuevos muelles y amortiguadores. Por su parte, el interior será completamente personalizable por el cliente aunque la francesa ha optado por enseñarnos una combinación bastante llamativa en esta primera unidad.