Al confort y distinción característicos del Citroën C5 Aircross se suma ahora el punto eficiente gracias a su inédito sistema híbrido enchufable. Así va el nuevo C5 Aircross Hybrid que nosotros ya hemos conducido.
Desde que aterrizó hace dos años, el C5 Aircross no ha dejado de sorprendernos. Lo hizo en su presentación internacional y en su última toma de contacto con la combiación PureTech 130 CV EAT8 para, ahora, subir un punto el listón añadiendo el apellido Hybrid que le dota de un sistema híbrido enchufable (el primero de Citroën) ultra eficiente.
Sí, aunque a nivel técnico no aporte diferencia alguna con sus primos-hermanos de grupo: el Peugeot 3008 Hybrid, Opel Grandland X Hybrid y DS7 Crossback E-TENSE, la realidad es que Citroën ha sabido aportar, como hace siempre, su toque diferenciador.
No solo lo hace con un diseño atrevido que en esta versión Hybrid se enfatiza con los detalles en azul de los Airbump o con los logos Hybrid y h de su exterior, sino también con un interior modulable que propone una segunda fila de asientos independiente y con regulación horizontal así como un maletero que pese a perder 120 litros oscila entre los 460 y los 600 litros.
Pero es que a nivel comercial también se separa de sus tres hermanos al ser el único del grupo que propone una versión Hybrid, de tracción delantera y 225 CV, la misma que en Peugeot, Opel y DS está acompañada de los Hybrid4 o E-TENSE 4×4 con 300 CV. Pero en Citroën no quieren ser como el resto y eso se nota igualmente en la manera de conducir este C5 Aircross Hybrid.
Porque el SUV de 4,50 metros mantiene la que es una de sus máximas: el confort. Sus asientos Advanced Confort y su suspensión con amortiguadores con topes hidráulicos se mantienen si diferencias (el esquema trasero de suspensión sí cambia para afrontar el exceso de peso). Cualidades a las que ahora se suma un sistema híbrido enchufable de 225 CV con una autonomía eléctrica homologada de 55 kilómetros.
Un conjunto que no ofrece fisuras ni en rendimiento ni en eficiencia. Por motores va sobrado, pues ya sea con el PureTech de 180 CV, con el eléctrico de 107 CV o con la unión de ambos, el C5 Aircross se mueve con soltura. Solo hay que seleccionar el programa deseado en cada momento: EV para una conducción cero emisiones, Hybrid para dejar que el sistema se gestione y Sport para desatar todo el potencial.
Por su parte, la batería de 13,2 kWh aporta la energía suficiente para que cubramos un desplazamiento medio europeo (cifrado en 40 km). De hecho durante la ruta y alternando todo tipo de escenarios pudimos llegar a cubrir un total de 46 km. Una vez se agotó y tras casi 100 km de recorrido, el gasto medio fue de solo 3,7 l/100 km en combustión y poco menos de 10 kWh/100 km en eléctrico. Además ofrece un programa denominado ë-SAVE, que permite mantener 10 km, 20 km o la totalidad de la carga eléctrica para emplearla posteriormente cuando sea necesario, u otro Brake que aumenta la intensidad de la frenada regenerativa para hacer un mayor uso de la carga.
En caso de que agotemos toda la carga de la batería podremos enchufarle a la red eléctrica necesitando dos, cuatro o siete horas en función de si la toma es, respectivamente, un punto público, un enchufe doméstico mejorado (los Green Up) o una toma hogareña convencional.
En definitiva, Citroën quizá haya sido la última del grupo en proponer su SUV híbrido enchufable, pero este C5 Aircross Hybrid 2020 que ya hemos conocido tiene muchos argumentos para colocarse como uno de los más demandados siempre y cuando tengamos en cuenta que los 35.990 € de los que parte suponen 3.140 € más que el Grandland X Hybrid pero 3.610 € y 9.610 € menos que los Peugeot 3008 Hybrid y DS7 Crossback E-TENSE.