El Hyundai Kona EV se convierte en el vehículo eléctrico que más autonomía registra de la actualidad al proponer nada menos que 482 km. Nosotros lo hemos conocido y conducido por las calles de Madrid.
En un momento incierto en todo lo relacionado con la movilidad urbana, ser el primero en tener las cosas claras puede otorgarte una ventaja que a la postre puede ser definitiva. En Hyundai son conscientes de ello y se han puesto manos a la obra para ofrecer una gama de productos ‘alternativos’. No en vano, el fabricante surcoreano es actualmente el único del mercado en ofrecer hasta cuatro sistemas de movilidad: gasolina, diésel, electricidad e hidrógeno.
Una apuesta firme que tiene como principal punta de lanza el modelo que acabamos de conocer por las abarrotadas calles de Madrid y que posee todo lo necesario para convertirse en todo un referente en Ecomovilidad: el Kona EV. Así es, tras triunfar con los motores de gasolina y estrenar recientemente la gama diésel con el nuevo 1.6 CRDi, Hyundai lanza la variante eléctrica de sus SUV urbano.
Sin límite
Un modelo que, como decimos, está llamado a triunfar gracias a la autonomía homologada que es capaz de registrar. Porque más allá del diseño o de las bonanzas dinámicas, en la que luego entraremos, cuando uno se pone a buscar un coche eléctrico, la primera variable que mira es la de la autonomía. Apartado en el que este Kona EV no solo cumple, sino que anda sobrado.
Porque el vehículo surcoreano homologa un recorrido mixto de nada menos que 482 kilómetros (en ciclo WLTP), el cual puede llegar a superar los 600 kilómetros si nos ceñimos únicamente al ámbito urbano. Toda una declaración de intenciones que le convierte en un modelo de garantías capaz de cumplir, ahora sí, las expectativas reales de cualquier conductor.
Por partida doble
Ahora bien, esta cifra la consigue equipando el conjunto de baterías más capaz. Sí, porque una de las peculiaridades del Kona EV es que se acaba de poner a la venta con dos versiones. Cada una de ellas no solo equipa una batería de diferente capacidad, sino que además está combinada con un motor de distinta potencia.
Así, el Kona EV de acceso equipa una batería de 39 kWh que suministra energía a un propulsor de 136 CV. Por encima, aparece un Kona EV con batería de 64 kWh y motor de 204 CV que es el causante de conseguir la mencionada autonomía, pues en el caso del primero, el dato se reduce hasta los 312 kilómetros.
Independientemente de cuál sea el motor elegido, el par máximo generado es de 395 Nm, mientras que la velocidad máxima a la que pueden llegar está limitada a 178 km/h. Por su parte, los datos que sí varían son los de aceleración, con 9,7 segundos para el de 136 CV y 7,6 segundos para el de 204 CV y, claro está, el de los tiempos de carga.
Con una toma de corriente convencional de 7,2 kW, el Kona EV de 39 kWh necesitará 6 horas y 10 minutos para llenarse desde cero. Tiempo que aumenta hasta las 9 horas y 35 minutos en el caso de la batería de 64 kWh. No obstante, Hyundai le ha dotado de carga ultrarrápida, llegando a soportar una potencia hasta de 100 kW reduciendo el tiempo de espera en ambos casos hasta los 54 minutos para conseguir llenar, eso sí, el 80% del total.
Como pez en el agua
Durante la toma de contacto realizada por Madrid, únicamente pudimos optar por el Kona EV más potente, dado que según Hyundai el 95% de las reservas realizadas hasta el momento corresponden con la batería de 64 kWh. Lógico. Porque encender el coche y que lo primero que veamos en el cuadro de instrumentos digital sea la cifra de 478 km alegra el día a cualquiera.
Y no solo eso, sino que tras recorrer algo menos de 50 kilómetros (intercalando tramos urbanos con carreteras de circunvalación) comprobemos que el rango ha bajado en consonancia con lo recorrido, termina por dibujar en nuestro rostro una sonrisa tan grande que hasta el Joker se quedaría asombrado.
Pero más allá de esta felicidad, lo que realmente nos sorprende es cómo se desenvuelve el Kona EV. En tramos urbanos, da gusto acelerar con contundencia y ser el primero en salir de los semáforos. Pero es que a poco que nos descuidemos, habremos adquirido tal velocidad que tendremos que echar mano del freno para reducir nuestro ímpetu. Por su parte, en vía rápida, el motor de 204 CV no desentona y traslada con agilidad y soltura los 1.700 kilos de ‘cuerpo’ (373 kg más que un Kona gasolina de 176 CV).
A falta de poder realizar una prueba más en profundidad, el consumo medio registrado fue de 13,1 kWh cuando el homologado está cifrado en 14,3. kWh. Igualmente, pudimos probar brevemente el funcionamiento de los diferentes niveles de retención de los que dispone, los cuales se pueden regular mediante las levas situadas tras el volante. Con el más alto (nivel 3) el conductor podrá incluso olvidarse del pedal central, mientras que si mantiene pulsada la leva izquierda, alcanzará un nivel más alto que llega a generar una frenada hasta de 0,25 G.
Adicionalmente, el Kona EV cuenta con tres programas a elegir (Sport, Comfort y ECO) y con un sistema de frenada regenerativa inteligente y controlada electrónicamente que va modulando de manera automática los distintos niveles en función de cuál sea el terreno por el que nos movamos.
(Casi) igual en todo
En lo referente al diseño, el Kona EV varía ligeramente su aspecto ofreciendo, a nuestro gusto, un envoltorio más llamativo que el de sus hermanos de combustión. El principal cambio se observa en el frontal, donde típica calandra de la marca desaparece en favor de una cerrada que le aporta una apariencia más limpia y en la que se integra, a la derecha, la toma de carga.
Paragolpes en forma de ola, la desaparición del sistema de escape, las luces LED tanto delanteras como traseras o las nuevas llantas de aleación específicas de 17 pulgadas completan un diseño que, además, puede escogerse con siete colores de carrocería y dos de techo.
En el habitáculo, los cambios más llamativos están protagonizados por el comentado cuadro de instrumentos digital y por la desaparición de la palanca de cambios, proponiendo así una consola central más despejada y con un mayor número de huecos portaobjetos. Si hablamos de habitabilidad, el Kona EV mantiene las mismas cotas de espacio que el resto de sus hermanos. Hecho que destaca sobre todo en el maletero, el cual solo pierde 29 litros de capacidad (hasta los 332 l) gracias a que las baterías se ubican en el piso.
Del mismo modo, se mantiene el amplio elenco de asistentes a la conducción englobados bajo el denominado Hyundai Smart Sense, mientras que en lo que se refiere al equipamiento, el Kona EV está disponible con todos los elementos que componen la gama del resto de modelos del SUV urbano coreano.
Con todo y con una oferta comercial compuesta por los acabados Tecno y Style, los precios del Kona EV parten de los 38.500 € para la versión de 39 kWh y de los 41.500 € para la de 64 kWh. Si añadimos el acabado Style a este último, la tarifa sube hasta los 44.300 € mientras que si hacemos lo propio sumando la carrocería bi color, tendríamos que desembolsar 650 € más.
En todas, Hyundai ofrece un descuento comercial de 1.000 € a los que se pueden sumar otros 1.000 € si se entrega un coche a cambio (no es necesario que sea un Hyundai) y otros 1.400 € si se opta por financiarlo. En total 3.400 € de descuento que permiten rebajar el precio final hasta los 35.100 €. Todo ello sin olvidar los cinco años de garantía sin límite de kilómetros y los 8 años de garantía que contempla para la batería.
Aunque la firma está manejando un tiempo de espera de entre tres y cuatro meses, su red de concesionario ya ha recibido 300 pre-reservas de clientes interesados previendo vender unas 1.000 unidades en un año completo. Cifras que demuestran que es posible un cambio de tendencia… siempre y cuando las marcas ofrezcan modelos de garantías como este Kona EV.