Realizamos una breve pero intensa toma de contacto del recién renovado Hyundai Tucson. El SUV coreano se renueva estéticamente al tiempo que incorpora la tecnología micro-híbrida. Está ya a la venta desde 25.415 €.
El Hyundai Tucson es, sin lugar a dudas, el modelo más representativo de la firma coreana. Con 23 años a sus espaldas, el todocamino compacto se ha convertido en uno de los modelos más importantes de su historia, convirtiéndose en el SUV más vendido de Hyundai en el mundo… Cifras en las que también está presente una segunda generación que cambió de nombre, ix35.
Ahora bien, si uno quiere ser reconocido como lo que es, un líder nato, tiene que estar siempre a la última. Quizá por eso, el Tucson acaba de recibir la típica actualización de mitad de vida comercial. Un restyling que, en este caso, resulta ser más profundo de lo normal.
Lo justo para brillar
Pero antes de entrar en los cambios más profundos, cabe destacar el acierto de los diseñadores coreanos, quienes han sabido mantener la esencia general retocando algunos detalles para hacerlo más atractivo si cabe.
Aunque al primer vistazo parezca casi igual que su predecesor, a poco que se fije observará una nueva calandra hexagonal recubierta por un marco cromado, faros principales más estilizados que ahora aceptan tecnología Full LED, paragolpes más robustos, una línea de escape más prominente o un portón posterior totalmente nuevo.
Los 4,47 metros de carrocería se finiquitan con unas inéditas llantas de aleación que van de las 16 a las 19 pulgadas, una línea lateral más vanguardista o nada menos que 11 colores para la carrocería.
Más calidad…
En el habitáculo, la nota predominante es la mejora en la calidad percibida. Materiales más blandos y más agradables al tacto, juntas mejor rematadas, y, sobre todo, una apariencia visual más llamativa y en consonancia con el resto de nuevos productos son los puntos principales que definen a este nuevo Tucson. Parte de culpa en este último caso la tiene la pantalla central flotante de 8 pulgadas que ya se ha visto en el i30, Kona o el recién estrenado Santa Fe.
La personalización también gana puntos al poder escoger hasta tres ambientes distintos: negro, beige y rojo vino, que se combinan con elementos de equipamiento de segmentos superiores como el cuero tratado, la calefacción en asientos o volante y la ventilación en las butacas delanteras frontales. A ello se suma la integración con Apple CarPlay y Android Auto en el sistema multimedia así como una base de carga inalámbrica para teléfonos móviles.
… y seguridad
Otro aspecto en el que se ha invertido mucho tiempo y esfuerzo es en el de la seguridad. Porque el actualizado Tucson pone a disposición del cliente el paquete de ayudas Hyundai SmartSense, disponible de serie en toda la gama. Un conjunto de ocho asistentes compuesto por el asistente de frenada de emergencia en ciudad con detector de peatones, el sistema activo de alerta por cambio involuntario de carril, el control de velocidad de crucero inteligente con función Stop&Go, la alerta por objetos en el ángulo muerto, faros Full LED, lector de señales de tráfico, detector de fatiga y alerta por tráfico cruzado trasero. A ellos se puede sumar, adicionalmente, la cámara de 360º.
Energía extra
Más allá de los nimios pero acertado retoques estéticos, lo que de verdad define a este nuevo Hyundai Tucson es lo que se esconge bajo su capó. Allí aparece un nuevo sistema eléctrico adicional de 48 Voltios cuyo objetivo es asistir al motor de combustión para reducir consumo de combustible y rebajar las emisiones de CO2. Bautizado como Mild Hybrid Starter Generator (MHSG) no permite realizar una conducción 100% eléctrica, pero sí se consigue cierto empuje eléctrico (de unos 12 kW) que resultan muy útiles a la hora de realizar determinadas maniobras como adelantamientos o aceleraciones pronunciadas.
Este sistema permite, por un lado, circular en modo completamente a vela y, por otro, recuperar energía en las fases de frenado. De momento, el único motor que lo podrá montar será el diésel más potente, es decir, el 2.0 CRDi de 185 CV y 400 Nm que ha sido el protagonista de nuestra toma de contacto por las carreteras madrileñas. Bloque que, además, se combina con la nueva caja de cambios automática de ocho relaciones, de desarrollo propio y del tipo convertidor de par.
Durante los kilómetros que hemos podido conducirlo, principalmente por autopista, notamos cómo ese empuje teórico era cierto. En fases de aceleración continuada, notamos cierta asistencia del sistema eléctrico, mientras que al realizar una circulación más sosegada, el motor es capaz de desconectarse para reducir el consumo. Situaciones que, incluso, resultan imperceptibles para el propio conductor.
Por su parte, la nueva transmisión ofrece un funcionamiento exquisito. Es rápida en los cambios de marcha y extremadamente suave cuando circulamos con tranquilidad. Eso sí, echamos en falta la aparición de levas tras el volante, sobre todo cuando entramos en zonas serpenteantes como la de las proximidades de Chinchón.
En cuanto al consumo, poco podemos decir sobre él a falta de poder hacer una hedoprueba más exhaustiva y profunda, pero si nos ceñimos al homologado, el Tucson 2.0 CRDi de 184 CV 48V registra unos más que buenos 5,7 l/1200 km medidos ya bajo el ciclo WLTP. Precisamente por este mismo motivo, esta versión todavía no goza de la etiqueta medioambiental ECO. Si bien otros modelos con tecnología Micro-híbrida previos al WLTP sí hacen gala de ella, los que ya cumplen este último requisito tienen todavía que esperar.
Mucho donde elegir
Ahora bien, la gama mecánica del nuevo Tucson es mucho más extensa y aunque el 2.0 CRDi de 48 V es la versión más llamativa, el todocamino coreano está también disponible con el nuevo bloque diésel 1.6 CRDi de 116 o 136 CV (sustituyendo al anterior 1.7 CRDi), mientras que en gasolina las opciones a elegir son el atmosférico 1.6 GDi de 131 CV y el turboalimentado 1.6 TGDI de 177 CV.
En estos casos, las cajas disponibles serán la manual de seis relaciones y la automática de doble embrague y siete velocidades, que podrá combinarse tanto con el gasolina de 177 CV como con el diésel de 136 CV. En cuanto al sistema de tracción, Hyundai mantiene su apuesta por las versiones 4×4, aunque para este renovado Tucson, ha realizado ciertas mejoras en el mismo.
Denominado HTRAC está equipado con un diferencial que se bloquea para repartir el par de manera equitativa (50/50) entre en el eje delantero y en el trasero. Además, ofrece un sistema similar al Torque Vectoring con el que es capaz de derivar la fuerza a la rueda con más tracción para así mejorar el agarre.
Con todo, la gama de precios parte en los gasolina de los 25.514 € correspondientes al Tucson 1.6 GDi 131 CV 4×2 Essence y llega hasta los 41.965 € del 1.6 TGDI 177 CV 4×4 DT Style. Por su parte, los diésel parten de los 27.515 € del 1.6 CRDi de 116 CV 4×2 Essence y llegan hasta los 45.265 € del 2.0 CRDi 185 CV 4×4 AT 48 V Style.