Nos subimos al renovado KIA Stonic para comprobar lo mucho que ha mejorado a nivel visual y lo eficiente que se ha vuelto gracias a la implantación de la tecnología microhíbrida. Así va.
Todavía recuerdo con cariño aquella primera vez que me puse frente al Stonic. Fue un viaje movido, tanto por el encuentro con la policía que tuve (a causa de no ver un semáforo oculto) como por la actividad preparada por la propia marca una vez finalizó la presentación (combinamos Trabant y el centro histórico de Berlina, no hace falta decir más).
Pero más allá de lo ‘extra-oficial’ recuerdo que quedarme bastante sorprendido por lo que aportaba el primer B-SUV de la firma coreana. Frescura, juventud y diseño a un segmento que por aquel entonces no estaba demasiado poblado pero que poco a poco iba ganando peso comercial. Hoy los todocaminos urbanos son los que mayor proyección comercial atesoran impulsados, principalmente, por la electrificación llegando a representar actualmente el 22% del mercado.
Mirando al Stonic, el crossover de 4,14 metros de largo ha funcionado estupendamente pues con casi 33.000 unidades vendidas en este tiempo se ha situado como la tercera opción más demandada solo por detrás de los Ceed/XCeed y Sportage. Pero la competencia no para de crecer y ahora el Stonic se tiene que enfrentar casi al doble de competidores que hace cinco años (se contabilizan 28). De ahí que KIA haya decidido apostar ahora por renovarle.
Llega el GT Line
En esencia vendríamos a hablar de un KIA Rio con espíritu aventurero pues comparten plataforma y tecnologías. Pero el Stonic es ligeramente más grande (7,5 cm para ser más exactos) y ofrece un diseño más llamativo. El mismo que ahora se sobre enfatiza gracias a la llegada del acabado GT Line.
Inédito en la gama le aporta un plus de frescura y deportividad. Antes de entrar a detallarle, hay que mencionar que todos los KIA Stonic estrenan paragolpes, luces LED diurnas y llantas de aleación de 16 pulgadas, así como dos tonos de carrocería monotono. Pero en el caso del Stonic GT Line se añaden paragolpes exclusivos con zona satinada que aporta robustez, una calandra específica, una triple toma de aire frontal que puede estar coloreada en el mismo tono que el techo, llantas de 17 pulgadas, paragolpes trasero satinado y carcasas de los retrovisores en negro. Un diseño que mejora con los ocho tonos bicolor que propone.
El interior no cambia tanto salvo si equipas dicho acabado. Entonces tendrás un volante deportivo con la zona inferior achatada, asientos tapizados en tela con un diseño específico y molduras que imitan el tramado en carbono. No hay cuadro digital y la pantalla central mantiene sus 8 pulgadas. Un monitor que sí ha recolocado la botonera y ha incluido el sistema UVO Connect con un sinfín de servicios conectados que facilitan la vida al conductor y pasajeros. Hablando de ocupantes, estos mantendrán su comodidad gracias a una zona trasera amplia y a un maletero de 352 litros.
Con más chispa
En el apartado dinámico no hay cambios más allá de los que aporta la nueva tecnología microhíbrida. En esencia, si leíste la hedoprueba del KIA Rio verás que este Stonic mantiene la misma base. El motor 1.0 T-GDI añade un circuito eléctrico y una batería de 48 voltios que le permite rebajar ligeramente el gasto. A escoger con los dos niveles de potencia sabidos: 100 y 120 CV la novedad llega igualmente de la mano de la transmisión manual inteligente de seis relaciones iMT.
Su principal característica es que puede desacoplarse cuando circulamos a velocidad de crucero y siempre con el programa ECO activado, rebajando así un gasto de carburante que durante este hedocontacto ha sido de tan solo 6 l/100 km, es decir, medio litro más que el homologado. Destaca por su suavidad y rapidez a la hora de acoplar y desacoplar la transmisión mientras que en marcha nos quedamos con el gran empuje proporcionado por los 120 CV y 200 Nm de par máximo.
Quien no quiera tanto rendimiento y, sobre todo, no necesite la etiqueta ECO de la DGT podrá optar por la versión de entrada a la gama: el 1.2 DPi de 84 CV atmosférico que únicamente se asocia con la caja de cambios manual de cinco relaciones. Hablando de transmisiones, decir que el 120 CV también puede escogerse con la automática DCT de siete relaciones pero sin posibilidad de activar esa función a vela tan práctica.
El precio justo
Si bien la gran novedad de este renovado Stonic es el acabado GT Line, que parte de serie con llantas de 17 pulgadas, faros traseros LED, tapicería mixta piel-tela, acceso y arranque sin llave o diseño exterior exclusivo con lunas traseras tintadas; desde KIA son conscientes de que el Drive, el intermedio, será el que acapare la gran parte de las ventas. Cuesta 1.425 € menos y luce menos pintón que el GT Line pero ya viene muy bien equipado de base: navegador UVO Connect, asiento del pasajero regulable en altura, climatizador automático, sensor de lluvia y sensores de aparcamiento delanteros y traseros.
Además es el que permite incluoir la práctica totalidad de las ayudas a la conducción como son los nuevos sistemas de mantenimiento de carril, de fatiga, de frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones. Con todo los precios del nuevo KIA Stonic son los siguientes:
- Stonic 1.2 DPi Conect: 19.350 € (13.200 € con descuentos)
- Stonic 1.2 DPi Drive: 21350 € (16194 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV iMT Concept 100 CV: 21.000 € (15.844 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV iMT Drive 100 CV: 23.100 € (17.944 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV iMT GT Line 100 CV: 24.525 € (19.369 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV iMT Concept 120 CV: 21.725 € (16.764 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV iMT Drive 120 CV: 23.825 € (18.864 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV DCT Drive 120 CV: 25.425 € (20.269 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV iMT GT Line 120 CV: 25.250 € (20.094 € con descuentos)
- Stonic 1.0 MHEV DCT GT Line 120 CV: 26.850 € (21.694 € con descuentos)