Ford nos acaba de presentar la tercera generación del Kuga el cual habríamos conducido de no ser por el COVID-19. Pero el virus no nos impide traerte todos los detalles del Kuga más electrificado de la historia.
Todo lo que incorpore las siglas SUV es sinónimo, en los últimos años, de éxito. Sus ventas han subido más rápido que la espuma y el número de integrantes casi diríamos que se ha triplicado. Un contexto en el que Ford quiere seguir pescando tal y como demuestra con amplia ofensiva comandada quizá por el Puma y bien escudada tanto por el Kuga como por el Explorer.
Hoy nos vamos a centrar en el SUV medio, el Kuga. En condiciones normales, te hablaríamos de él mediante la pertinente prueba dinámica pero la situación de excepción provocada por el COVID-19 (comúnmente llamado coronavirus) ha obligado a la marca a realizar una presentación en streaming dirigida por Antonio Chicote, jefe de prensa de Ford en España, y a retrasar la pertinente prueba de los vehículos. Por tanto nos reservaremos las sensaciones dinámicas para cuando lo podamos tener entre manos.
Fabricado en España
Mientras tanto nos centraremos en aquellos aspectos más destacados de la tercera generación de un SUV que lleva sello español. Sí, el Kuga se seguirá fabricando en la planta valenciana de Almussafes, desde donde se exportará a buena parte del mundo (principalmente Europa) a excepción de los EE.UU.
El nuevo Kuga se define como un vehículo más elegante y deportivo que sus predecesores, hecho que se observa en un diseño mucho más cuidado y sugerente. Crece en dimensiones, alcanzando ahora cotas que le acercan a un segmento superior. En concreto hablamos de 8,5 cm más de largo, 4,4 cm más de ancho y 2 cm más de distancia entre ejes, mientras que la altura se ha rebajado en 2 cm. En total, por tanto, estamos ante un vehículo de 4.614 por 1.883 y 1.566 mm a los que se suma una batalla de 2,71 metros.
De su figura, elaborada en pos de la aerodinámica, destacaríamos un frontal afilado y con gran nervio, una zaga voluminosa que mantiene esos pilotos elevados y a los que ahora se suma un difusor trasero más estilizado. Algunos de estos detalles variarán en función del nivel de acabado escogido, a elegir entre el Titanium, el ST Line y el ST Line X. Sí, Ford ha eliminado de la ecuación las complejidades de gama para ofertar, como veremos más adelante, un Kuga bien dotado desde el que es su nivel de acceso (en otros modelos de la marca el Titanium implica ser el equipamiento más completo).
Espacio por doquier
Algo similar ocurre con el habitáculo, en función de la terminación escogida, tendremos elementos enfocados a una visión más deportiva o más elegante. Común a todos es, sin duda, el salto cualitativo dado tanto en su construcción, con materiales más nobles, como en el apartado tecnológico. En este ámbito destaca la llegada del conocido sistema multimedia SYNC3 visible mediante una pantalla central táctil de 8 pulgadas (de serie en todos los acabados) que permite una total integración con los smartphones actuales (Apple CarPlay y Android Auto). A ella le acompaña ahora, y en cualquiera de los dos acabados ST Line, el cuadro de instrumentos digital con monitor de 12,3 pulgadas (el Titanium parte con una pantalla de 4,3” con diales analógicos). El mismo que está disponible en el Mustang o que acaba de estrenar el Puma.
Sin embargo, si hay un adjetivo para calificar a este Kuga ese es espacioso. Aunque los 2 cm de batalla parezcan pocos, lo cierto es que le permiten ofrecer un interior amplísimo. Ford asegura que los ocupantes traseros contarán con 103 cm de espacio para las rodillas, al tiempo que ha aumentado en 8 cm el hueco para la cabeza. El maletero pasa de 456 a 475 litros, aunque su volumen puede llegar hasta los 675 litros.
Capacidad que logrará gracias a los 15 cm de desplazamiento longitudinal de sus asientos posteriores. En este sentido, el Kuga aumenta sus posibilidades de modularidad. Para quienes necesiten un mayor hueco, siempre podrán abatir los respaldos traseros y disfrutar de los 1.534 litros. Ni que decir tiene que el SUV medio seguirá contando con el portón eléctrico y con la función manos libres (fue de los primeros en montarlo). En el caso del Kuga PHEV, la capacidad inicial se ve reducida hasta los 411 litros dada la colocación de la batería.
Juego de etiquetas
Y es que una de las grandes novedades de este nuevo Kuga está determinado por sus sistemas de propulsión. En una contexto marcado por las etiquetas medioambientales, Ford ha querido que su todocamino luzca cuantas más, mejor otorgándole hasta tres alternativas: CERO, ECO y C.
En total, seis opciones mecánicas a elegir (que serán siete tras el verano) entre las que destaca, sin duda, el Kuga PHEV. No solo se trata del primer Kuga híbrido enchufable de la historia, sino que es además el primer plug-in fabricado dentro de nuestras fronteras. Denominado comercialmente como 2.5 Duratec PHEV combina un bloque de gasolina atmosférico de ciclo Atkinson y 164 CV con otro eléctrico de 130 CV pudiendo funcionar de manera independiente o simultánea.
En este último caso, el rendimiento total asciende a los 225 CV homologando unas prestaciones de 200 km/h y un 0 a 100 km de 9 segundos. Ahora bien, más que por rápido, que seguramente lo sea, este Kuga PHEV destaca por su elevada eficiencia determinada, principalmente, por el 1,4 l/100 km de consumo medio y los 32 gr/km de CO2 que homologa. Cifras que consigue gracias a los 56 km de autonomía eléctrica medidos (en Ford aseguran que puede llegar “a los 60 o 65 km con facilidad”), obtenidos por los 14,4 kWh de capacidad de su batería. Para recargara de nuevo, el tiempo estimado ronda las 5 horas de conectándolo a una toma doméstica convencional.
Curiosamente, el Kuga PHEV no cuenta con tracción total como sí lo hacen otros SUV PHEV como el Peugeot 3008 Hybrid4 o el Opel Grandland X Hybrid4, pero en su defecto ofrece varios modos de conducción destinados a una mejora de la motricidad: Resbaladizo y Nive/Arena. Estos se unen a los Normal, ECO y Sport que ofrecen todos los Kuga así como a los exclusivos del PHEV EV Auto, EV Now (uso 100% eléctrico), EV Later (uso prioritario del combustión) y EV Charge (que carga la batería mediante el bloque de combustión). Por último, la caja de cambios de una velocidad incluye un modo de retención más elevado, L, que permitirá realizar una conducción de un solo pedal.
Para cada cliente
El resto de versiones que acompañarán al Kuga PHEV se dividen en dos gasolina 1.5 EcoBoost de 120 y 150 CV, ambas asociadas a la transmisión manual de seis relaciones y con el sistema de desconexión de cilindros. En diésel la oferta es incluso mayor, comenzando por el 1.5 EcoBlue de 120 CV a combinar con la caja manual o la automática de ocho relaciones y siguiendo por el 2.0 EcoBlue con 150 CV y el tope de gama de 190 CV asociado a la tracción total y la transmisión automática.
A destacar el diésel de 150 CV por ser el segundo motor electrificado de la gama. En esta ocasión se ha elegido la micro-hibridación o hibridación ligera mediante batería de 48 voltios para rebajar sus consumos. Tecnología que le permitirá lucir la etiqueta ECO en el parabrisas. Como decíamos, tras el verano se unirá a la gama otra versión, la tercera eléctrificada, que será un híbrido tradicional. Empleará el mismo motor de gasolina que el PHEV pero tanto el motor eléctrico como la batería serán menos potentes y capaces, respectivamente. Lo que sí es seguro es que también lucirá el distintivo ECO.
Equipamiento y precios
La gama Kuga ya se encuentra disponible en nuestro mercado. Como hemos comentado, tres serán los acabados disponibles dividiéndose en Titanium, ST Line y ST Line X. Desde el primero, el SUV medio americano ofrece un amplio equipamiento de serie, ya sea de confort o info entretenimiento, como de seguridad. Entre algunos de los elementos destacados están los asientos deportivos, cargador inalámbrico, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, climatizador bizona, navegador, sistema SYNC3 con pantalla de 8”, acceso y arranque sin llave, sistema de mantenimiento de carril, frenada post impacto, control de velocidad de crucero con limitador inteligente o asistente de frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas o el sistema My Key II
El acabado ST Line suma llantas de 18”, kit exterior deportivo y cuadro digital de 12,3 pulgadas, mientras que el ST Line añade sistema de audio B&O con 10 altavoes, tapizado parcial de cuero, asistente de luces de carretera, cristales traseros tintados, detector de fatiga y barras de techo en negro. En el apartado opcional aparecen elementos como el Head-up display mediante membrana, los asientos delanteros y traseros calefactables, el techo panorámico Open Air, el reconocimiento de señales de tráfico, el control de velocidad de crucero adaptativo con función Stop&Go, las cámaras delantera y trasera o el Park Assist 2 que actúa ya sobre los pedales y consigue aparcar en espacios mucho más reducidos.
Con todo y a falta de que podamos ponernos a los mandos, los precios del nuevo Kuga oscilan entre los 29.000 € y 41.400 €, mientras que concretando en el PHEV el híbrido enchufable arranca su gama en los 37.800 €.