Meses antes de que inicie su comercialización ya hemos podido conocer en persona el nuevo Opel Mokka. Aquí te contamos nuestras impresiones.
Justo al comienzo del verano Opel nos mostraba las imágenes definitivas del Opel Mokka presentando en primera instancia su versión 100% eléctrica. Tiempo después, la firma del rayo anunciaba cómo quedaría estructurada la gama y ahora, justo antes de que acabe el año, elhedonistamotor ha tenido la oportunidad de conocerlo en primera persona.
Se ha tratado de un encuentro en estático, con la máxima precaución y guardando la distancia social… con el vehículo. Medidas que no nos han permitido analizar algunos detalles en profundidad pero que sí nos han servido para dejarnos con ganas de más. Opel España dobló esfuerzos al traer no solo una, sino dos unidades de la segunda generación del todocamino urbano al mostrarnos tanto la versión de combustión como la eléctrica.
Sin diferencias
Como intuíamos y a tenor de lo comprobado con el Opel Corsa, la realidad es que ni Mokka ni Mokka-e ofrecen distinción alguna más allá del acabado que monten. Como ya te contamos todo lo relacionado con su diseño y dimensiones (solo os recordamos que mengua 12,5 cm frente a su predecesor hasta alanzar los 4,15 metros), lo que sí os vamos a confirmar es que en vivo luce despampanante.
Con una unidad GS Line para el de combustión y otra Ultimate para el Mokka-e, da igual cuál elijas en el futuro, que te estarás llevando uno de los coches más atractivos que se vendan en 2021. De hecho tal es su atracción que si ves una foto del concept GT X Experimental verás que son casi dos gotas de agua. A destacar el nuevo frontal con la nueva ‘cara’ Opel Vizor en negro que está secundada por unos faros finos con tecnología LED de serie e IntelliLux Matrix LED en opción. Tampoco desmerecen sus formas robustas y voluptuosas que dan la sensación de ser un vehículo más grande.
Y volviendo a los acabados, en función del escogido, el Mokka tendrá elementos exclusivos como son las molduras en negro o rojo para el GS Line o los elementos cromados para el Ultimate. Descubrir que pasa ante nosotros un Mokka de combustión o uno eléctrico vendrá determinado por los logos ‘e’ situados en el pilar B, por la denominación posterior en el portón y por la ausencia de tubos de escape.
Interior digital
De puertas para dentro lo primero que llama la atención ‘desde fuera’ es lo amplio que parece (no pudimos subirnos por las medidas de prevención). La fila trasera parece tener hueco de sobra para acomodar dos adultos mientras que los 350 litros de maletero (310 en el Mokka-e) son más que suficientes para organizar nuestros enseres.
Pero si algo llama la atención del interior es el puesto de conducción totalmente digital que estrena el denominado Opel Pure Panel. En las versiones más altas puede estar formado or un cuadro digital de 12 pulgadas con visión 3D y un monitor central de 10 que se unen bajo un mismo marco. Los comandos físicos se han reducido pero no eliminado y Opel ha mantenido algunos atajos mediante botones, hecho que aplaudimos.
En lo que a calidad percibida se refiere lo cierto es que por lo comprobado, este Mokka da un salto evolutivo importante. Las molduras personalizables le aportan el toque juvenil mientras que la tapicería de Alcántara en el Mokka Ultimate eleva el listón de la exclusividad. La ausencia de palanca de cambios (en su lugar hay botones) incrementa la sensación de espacio.
En cuanto al equipamiento, también mejora, ya que su listado comprende elementos como la sincronización móvil mediante Apple CarPlay y Android Auto, la carga inductiva para móviles, la navegación en 3D, las llantas de hasta 18 pulgadas o un listado de asistentes amplísimo entre los que están la alerta de colisión frontal con detección de peatones, el sistema de centrado automático en el carril, el control de crucero adaptativo con función Stop&Go.
Motores para todos
Al eléctrico que ya conocíamos y cuyas principales características son los 136 CV de potencia o 326 km de autonomía en ciclo WLTP gracias a la batería de 50 kWh que puede cargarse en 30 minutos conectándolo a una toma rápida de 100 kW, se unirán tres mecánicas de combustión. Dos serán gasolina a través del 1.2 Turbo a escoger bien con 100 CV y caja manual o con 130 CV y caja automática EAT8. En diésel la única opción será el 1.5 D de 110 CV que consigue un consumo de solo 3,8 l/100 km.
A falta de conducirlo tenemos que creernos las palabras de la gente de Opel que asegura que la nueva plataforma CMP no solo ha reducido su peso en 120 kilos sino aumentado considerablemente su dinámica. Algo que nos creemos tras probar en profundidad el nuevo Corsa y descubrir que es un coche mucho más ágil de lo que lo era bajo el paraguas de General Motors.
Todavía queda tiempo para que le veamos rodar por nuestras carreteras pues la estimación de Opel es que se ponga a la venta de manera oficial a finales de marzo de 2021. Lo hará con cuatro acabados, Edition, Business Line, GS Line y Ultimate por un precio que partirá, sin descuentos de los 21.000 € para los Mokka de combustión y de los 35.400 € para el Mokka-e. Ahora bien, a poco que apliquemos los descuentos comerciales y/o gubernamentales como el Plan MOVES para el eléctrico, tendremos unas tarifas que comienzan en los 18.500 € para el gasolina de 100 CV y en los 26.200 € para el eléctrico.