Citroën resucita al C4 y lo electrifica. A medio camino entre un SUV y compacto, se fabricará en la planta madrileña de Villaverde y está llamado a revolucionar su segmento. Aquí te contamos por qué
Hablar del Citroën C4 es hacerlo de uno de los modelos más importantes de la época moderna para la firma francesa. Por eso, cuando Citroën decidió para su fabricación y colocar al C4 Cactus en su lugar, muchos no lo entendimos. Pero ahora, tras tres años de retiro, el superventas galo vuelve con energías renovadas… y nunca mejor dicho. Porque la nueva generación del C4 estará disponible, igualmente, con una versión 100% eléctrica que no hace sino confirmar la estrategia llevada a cabo por todo el grupo PSA.
No ha nadie como él
Si bien mantiene las compactas del ultimo C4, con una longitud de 4,36 metros, una anchura de 1,80 y una altura de 1,52 metros, lo que más nos llama la atención es la libertad que han tenido sus diseñadores para crearlo. Cierto es que los últimos productos de Citroën ya destacaban por aplicar uno de los lemas de la marca “Feel Different” pero este C4 traspasa todas las cotas.
A medio camino entre un SUV de tintes coupé y una berlina, se pueden encontrar innumerables detalles que acaben captando nuestra atención: llantas de 18 pulgadas, pasos de rueda sobredimensionados, Airbumps laterals (con cada vez menos superficie), capó voluminoso… Pero sin duda hay dos partes que roban todo el protagonismo: el frontal con una firma lumínica diurnal en forma de X al más puro estilo AMI y la zaga, con una luneta dividida en dos partes que evoca a la del mítico C4 Coupé de principios de siglo. Siguiendo con los homenajes, la línea lateral recuerda y mucho a la del GS.
Como en casa
De puertas para dentro la sensación de revolución es algo menor a tenor de lo que pudimos ver durante la presentación virtual a la que asistimos, pero Citroën se ha mantenido fiel a su filosofía de producto y nos presenta un salpicadero limpio y de corte minimalista. A destacar un volante de nueva factura, el cuadro de instrumentos digital de pequeño tamaño complementado por un Head-up display o la pantalla central de 10 pulgadas que aglutina todos los comandos del vehículo, a excepción de la climatización.
Sí, Citroën da un paso atrás para avanzar otros tantos hacia delante al recuperar los mandos físicos para el manejo del aire, algo que agradecerán a buen seguro los conductores. El espacio es otra de sus máximas y más allá de brindar una distancia entre ejes de 2,67 metros y un maletero de 380 litros, este C4 cuenta con innumerables huecos portabojetos, con especial atención al bautizado como Smart Pad Support en el que podremos apoyar una Tablet gracias al enganche retráctil que sale de la guantera.
La personalización será una de sus máximas al estar disponible con cinco ambientes diferentes mientras que a tenor de lo visto en las diapositivas y vídeos de presentación (deseosos estamos de poder subirnos a él), la sensación de calidad parece ser elevadísima, con materiales mucho más nobles que los empleados en el actual C4 Cactus.
Habrá eléctrico
Al haberse desarrollado sobre la plataforma modular CMP del Grupo PSA, la misma que da vida a los nuevos Opel Mokka, Peugeot 208 o DS3 Crossback, entre otros, el nuevo Citroën C4 ofrecerá una versión 100% eléctrica. Bautizada como ë-C4 compartirá sistema con los protagonistas antes descritos al montar un motor con una potencia de 136 CV que recibe la energía almacenada en una batería de 50 kWh de capacidad (situada bajo el piso) con la que poder recorrer, según la homologación WLTP, 350 kilómetros.
Con una garantía de 8 años o 160.000 km para el 70% de su capacidad, la batería ofrecerá diferentes tipos de carga, variando el tiempo entre los 30 minutos para llegar al 80% si se conecta a un cargador de corriente continua de 100 kW hasta casi las 24 horas si se enchufa a una toma doméstica, dejando entre medias las 7 horas de un Wallbox monofásico hogareño. A través de la aplicación móvil MyCitroën, el usuario podrá controlar la recarga desde el móvil amén de otras muchas funciones.
Esta no será la única versión disponible ya que el C4 también contará con motorizaciones de combustión, repartidas entre los 1.2 PureTech de 100, 130 y 150 CV y los diésel 1.5 BlueHDi de 100 y 130 CV. Estrictos tracción delantera (desconocemos si contará con Grip Control) las cajas de cambio disponibles serán la manual de seis relaciones para las dos versiones de 100 CV y el gasolina de 130 CV, o la automática EAT8 que será estándar en los más potentes de cada combustible y opcional en el gasolina de 130 CV. Como detalle, todos los C4 dispondrán de un selector de modos con tres programas: Normal, Eco y Sport.
Un C4 blindado
A destacar también la amplísima dotación de seguridad que montarán los C4 y ë-C4 llegando a aglutinar hasta 20 asistentes. Entre los más destacados están el Highway Driver Assist, que le proporciona un Nivel 2 de conducción autónoma, el Active Safety Brake, el avisador de ángulo muerto, la alerta activa por cambio involuntario de carril, el control de velocidad adaptativo con función Stop&Go, el reconocimiento de señales de tráfico ampliado, visión perimétrica de 360 grados o, claro está, la ConnectedCAM de la marca que permite grabar video o hacer fotos desde una cámara ubicada en el espejo central.
Sin precios aún definitivos ni gama comercial definida, Citroën tiene previsto lanzar al mercado su nuevo C4 para después del verano, mientras que el ë-C4 llegaría a las carreteras a principios de 2021. Sea como fuere, este es otro Citroën con ADN español pues ambas variantes se fabricarán en la factoría madrileña de Villaverde.