Quien lo hace repite. Nos referimos a disfrutar de una ruta por cualquier paraje de nuestro país a los mandos de una furgoneta camperizada, y si esta última es como el Peugeot Traveller by Tinkervan, el disfrute está asegurado. ¿Nos acompañas?
Desde que la conocimos en persona allá por el último mes del año pasado, el Peugeot Traveller by Tinkervan nos cautivó. Y es que la firma del león ha entrado de lleno en la camperización de su gama de furgonetas. A la espera de que le llegue el turno al Rifter, que lo convertirá en uno de los modelos más cotizados y codiciados de la categoría, el Traveller se convierte en el compañero ideal para descubrir cualquier rincón de nuestro encantador país.
Dicho y hecho. Con la cesión de la misma cerrada, solo quedaba buscar un destino. Fácil. Para escapar de la abrasadora ola de calor primaveral que azotó a la zona central de la península, el destino no podía ser otro que la zona cantábrica y en concreto a la Comunidad Autónoma que la da nombre: Cantabria.
Hasta los topes
Los preparativos para el viaje con una furgoneta camperizada no son los mismos que si nos montamos en un Peugeot 508 o en la propia Rifter. Lo primero que hay que tener en cuenta es que este espacio de 4,95 metros de largo (nuestro Traveller by Tinkervan correspondía con la carrocería Standard, la intermedia) se convertirá en nuestro hogar durante las próximas jornadas. Y sí, digo hogar porque gracias a la camperización efectuada por Tinkervan, nuestra ‘furgo’ es casi como una segunda casa, no echamos nada en falta.
Sobre la base de un Traveller convencional, el preparador aragonés propone hasta cuatro niveles de camperización. Desde el más básico, Happy, con mesa plegable, asientos giratorios, batería auxiliar, toma de 12 voltios, USB y luces LED integradas hasta el Dreams de nuestra unidad ataviado con todo lo que podríamos imaginar: calefacción estacionaria Webasto con programador y kit de altura, inverter Waeco de 550 W, techo elevable con una cama de 2 x 1,30 metros, un completísimo mobiliario extraíble compuesto por una nevera de 40 litros, toma de 220 V, dos armarios con persiana para almacenaje, módulo de cocina con fuego y una pica…
A ello se suman las opciones, entre otros del portabicicletas posterior, de los toldos laterales, ducha portátil o el conocido como ‘cama sobre asiento’, que transforma la zona inferior de los asientos en un segundo espacio de descanso ideal tanto para niños como para otro adulto gracias a su colchón viscoelástica con espuma de alta intensidad.
Como en casa
Tras el repaso a sus infinitas soluciones, toca ponerse en marcha. Como decíamos antes, prepararlo todo es tarea diferente pero sencilla. Basta con llenar los 40 litros de nevera (con un cómodo cesto para dejar las verduras) para saber que pase lo que pase, podremos abastecernos con comida en buen estado (ojo con ajustar bien la temperatura, pues ofrece un grado de congelación muy bajo), mientras que nuestras pertenencias irán bien repartidas tanto en los mencionados armarios como en el maletero, dividido por el propio somier de la cama inferior.
La zona de los asientos traseros también ofrece un hueco donde depositar bultos, pero no será necesario… al menos para una escapada de fin de semana. Una ventaja añadida: los anclajes Isofix de los dos asientos traseros, una solución perfecta para llevar a los más pequeños de la casa con total seguridad.
Delante, el confort de los asientos sobresale por encima de sus propios ajustes. Situados en una posición alta, dominante, el contorno del cuerpo se adapta perfectamente a sus formas. Solo el excesivo ruido generado por los muelles de nuestra unidad reducía ese mencionado confort. Por su parte, el salpicadero ofrece unos ajustes más que notables. Con un diseño que dista mucho del i-Cockpit ofertado por la marca en otros vehículos, sí destacamos la facilidad de uso de todos sus comandos.
La pantalla central, táctil, es rápida e intuitiva mientras que el cuadro de instrumentos es fácil de visualizar. Además, que esté complementado por un Head-up display a color le hace ganar varios puntos en la sensación de calidad percibida. Otro elemento a destacar, la luminosidad que se filtra en el habitáculo. Con todo, el conjunto es más que perfecto para devorar kilómetros sin fatigarnos.
Perfecto compañero
En este sentido, el motor 2.0 BlueHDi de 180 CV asociado a la transmisión automática de ocho relaciones, la EAT8, se convierte en el mejor socio para conseguirlo. Un motor suave y con una respuesta ágil desde un régimen de vueltas bajo que mueve con soltura este hogar con ruedas incluso en las situaciones de carga máxima interna.
Solo en los tramos de montaña más revirados se le notará algo torpón, hecho que se palia cambiando radicalmente de estilo de conducción. Este Traveller está destinado para disfrutar del viaje, conectar el Smartphone a la pantalla, activar el Spotify y gozar de la familia y de la ruta. En las zonas reviradas solo deberemos tener en cuenta el tacto de unos frenos que no llegan a detener del todo bien al conjunto.
Por lo demás, suspensiones, dirección y, sobre todo, caja de cambios, con una transición rápida e imperceptible entre relaciones, trabajan a las mil maravillas. Como guinda, el sistema de motricidad Grip Control nos permitirá afrontar alguna que otra zona no asfaltada con solvencia gracias, entre otros, a sus diferentes programas de conducción y, sobre todo, a sus neumáticos All Season (M+S).
Experiencia al aire libre
Llegados a este punto toca hablar de lo que de verdad le define: su uso en parado. Llegamos a nuestra primera parada en el camino: el camping Las Arenas, ubicado en Pechón. Con 58 años de vida, no solo ofrece una vasta extensión sino que su emplazamiento es uno de los más hermosos de la región.
Con prácticamente todo el camping para nosotros, desplegamos nuestro particular motor-home, labor que realizamos en pocos minutos y tras unos pasos bien organizados. Si bien no vimos la necesidad de sacar el toldo a causa del fuerte viento reinante, sí comprobamos unos días más tarde que su accionamiento es sencillo, pudiendo ser realizado por una única persona.
La apertura de la cama superior se lleva a cabo en menos de 30 segundos, dando lugar a un espacio amplísimo en el que dos adultos pueden dormir con absoluta comodidad… incluso en días de fuerte temporal gracias a su magnífico aislamiento. Otro detalle, el moderno y efectivo sistema de calefacción estacionaria Webasto, que gracias a su temporizador y a su exquisito funcionamiento es capaz de templar el ambiente en cuestión de minutos para dormir o estar de manera plácida. Lástima que no ofrezca un mando a distancia o esté colocada en una posición más accesible, principalmente desde la cama superior.
En caso de viajar con más personas, la zona inferior, pertinentemente transformada en otra cama es capaz de dar cobijo a otros dos adultos. Quizá la longitud de los asientos sea algo escasa para personas de más de 1,70 metros pero el confort de su colchón bien merece su aprobación.
Lugar que puede ser utilizado como salita de estar colocando la mesa supletoria que se proporciona y girando las dos butacas delanteras (acción que resulta algo complicada de efectuar, máxime con el asiento del conductor). Mobiliario que, al igual que la cocina o los armarios, puede ser utilizado en el exterior. Por lo demás, el habitáculo ofrece un sinfín de tomas auxiliares, en concreto USB, cuya energía llega a través de la segunda batería adicional.
En cuanto a la vida a bordo, ya hemos comentado el buen hacer de la nevera, mientras que la cocina portátil con un fuego ofrece la potencia suficiente para convertir este Traveller by Tinkervan en el mejor restaurante de la región. Solamente la ausencia de una salida de humos en condiciones y que en caso de cocinar algo ‘potente’ acabará por impregnar todo el habitáculo reduzcan su uso al mínimo. En cuanto a la ducha portátil, poco que añadir dada su ausencia de uso.
Eco-conciencia
Tras un par de jornadas disfrutando de sus bonanzas, tocaba llegar a la segunda parte de la ruta. En este caso, el Traveller by Tinkervan se transformó de casa rodante en vehículo de transporte, pues su buen hacer en carretera nos llevó hasta el pueblo de Serdio, lugar en el que Alba y Aitor impulsaron un tipo de alojamiento diferente, sostenible, respetuoso.
Sus eco-apartamentos, bautizados como The Cantabrian, tienen un enfoque volcado con el medio ambiente y con el respeto a ‘la tierruca’. Entre sus virtudes están la contratación de energía proveniente de fuentes renovables, la reducción de agua, el respeto a la arquitectura local, el comercio justo, la filosofía Cero Waste, el empleo de productos biodegradables y adquiridos a granel en lugar de monodosis, la lucha contra los microplásticos o la importancia de realizar una compra de aproximación, en tiendas del propio pueblo o de las comarcas cercanas.
En la práctica, se obtienen tres apartamentos con distintas superficies (en función del número de inquilinos), con un claro enfoque ecologista ideal tanto para familias pequeñas como para grandes grupos. Sus amplios espacios, su gran luminosidad y, sobre todo, el trato cercano de sus dos promotores convierten a The Cantabrian en una apuesta segura para todos aquellos que intentamos cambiar de una u otra manera nuestra forma de actuar.
Y puestos a hablar en términos turísticos, ofrecen un emplazamiento envidiable con un pueblo, Serdio, tranquilo para la vida familiar y ubicado a pocos minutos de San Vicente de la Barquera o de la Cueva de El Soplao, entre otros.
En definitiva, como decíamos al principio, quien lo prueba repite. La libertad de poder decidir dónde, cuándo y cómo ir es quizá difícil de explicar pero gratificante de realizar… más aún si nuestro compañero de fatigas tiene la misma predisposición que nosotros a la aventura, y el Peugeot Traveller by Tinkervan no solo está lleno de aventuras sino que es toda una caja de (gratas) sorpresas.