Es el modelo más importante de la firma coreana y ahora con esta quinta generación busca confirmar su éxito. ¿Cómo? Proponiendo una versión exclusiva para el mercado europeo, la misma que nosotros hemos conocido ya en primera persona meses antes de que salga al mercado.
No te voy a engañar, tenía mis dudas acerca de cómo iba a lucir el nuevo KIA Sportage en persona, pero tras quitarle la sábana que le cubría y darme un par de vueltas a su alrededor, la conclusión a la que llego es clara: lo vamos a ver mucho. Así se lo transmití a los responsables de prensa de KIA durante la presentación a la que elhedonistamotor fue invitado y así lo creo, más cuando el segmento de los C-SUV está dominado por un modelo diferente, llamativo y vistoso como es el Hyundai Tucson.
Pues bien, este KIA Sportage de nueva generación, la quinta que llega a nuestro mercado, es un producto completamente diferente no solo a lo visto en su historia, sino en el segmento. KIA sigue apostando por el diseño pero lo que es más importante incluso, ha evolucionado para muy mucho en lo que a calidad percibida se refiere.
El Sportage ya era un producto bien rematado, con un relación precio/calidad excelente, pero ahora con esta nueva entrega que estará disponible a principios de 2022 da un paso al frente, casi el mismo que dio con la última generación del Sorento, catalogado casi como un vehículo Premium.
A la europea
Parte de culpa de que estemos hablando así de este nuevo Sportage se debe a que KIA, por primera vez, ha decidido lanzar un modelo en exclusiva para el mercado europeo. Algo que no es nuevo para la marca pues toda la gama Ceed está pensada, concebida y desarrollada en el Viejo Continente, con el beneficio que ello supone, tanto para ellos mismos como para el cliente final en términos de calidad percibida.
A ello se suma, como decimos, un diseño rompedor, que mantiene la línea impuesta por el EV6, el eléctrico de nueva generación, pero también por el empleo de una nueva plataforma multienergía que aumenta considerablemente las opciones de electrificación del modelo, destacando la nueva versión híbrida enchufable en la que luego entraremos.
Porque es de recibo comenzar por lo que uno ve y en vivo nosotros vemos un producto deportivo, agresivo gracias sobre todo al nuevo lenguaje de diseño “Opuestos unidos”, donde sobresale una zona trasera afilada pero también ancha. Aquí destacan tanto la forma de boomerang de las luces diurnas LED como la colocación del nuevo logo de la marca sobre el capó. Este nuevo lenguaje no sustituye elementos como la ya característica Tiger Nose, mientras que los grupos ópticos principales emplean la tecnología LED con la mejora de los Matrix LED para los acabados más altos.
Es en su vista lateral donde este Sportage más nos hace dudar, porque los ingenieros parecen haber querido trazar un SUV Coupé cuando en realidad esta sensación nos la da un techo flotante y, sobre todo, una pilar C escalonado. Con llantas de 17 a 19 pulgadas y una línea de cintura elevada hablamos por cierto de un coche que se estira hasta los 4,51 metros de largo, cota que acompaña de una achura de 1,86 metro y una altura de 1,64 metros.
Para finalizar, la zaga es quizá la zona que más nos hace dudar. Ojo, no decimos que nos disguste, sino que rompe esa línea deportiva en post de ofrecer una mayor robustez. Hablando de romper, esta nueva generación del Sportage abandona la tira reflectante que unía los pilotos traseros e incluso suprime la posibilidad de equipar una tira de LED que los conecte. Estos ganan así en tamaño y permiten dar protagonismo a un portón amplio en el que se incrusta una gigantesca moldura en negro. Siendo justos y si has visto las imágenes del EV6, verás un gran parecido con la zaga de este Sportage.
Presencia Premium
Hablando de parecidos, el interior vendría a ser una mezcla entre el propio EV6 y el actual Sorento. Sea como fuere, la realidad es que el habitáculo de este Sportage nada tiene que envidiar al de los modelos de corte más lujoso. A destacar tanto el tacto de los materiales como el ajuste de los mismos. En el apartado estético nuestros ojos agradecen que el pomo del cambio se haya sustituido por un selector circular mientras que tras el volante se ubica uno de los grandes protagonistas: la pantalla curva.
Bajo un mismo marco el Sportage ofrece dos monitores de 12,3 pulgadas, uno parar el cuadro de instrumentos y otro para el sistema multimedia. La gama partirá de las 8 pulgadas pero dado que la configuración más alta se dará desde el segundo nivel de acabado, esperan que la mayoría de Sportage luzca como el que vimos nosotros. No es para menos porque el aspecto es completamente moderno, algo que se confirma con las múltiples posibilidades de sincronización así como con las actualizaciones en remoto del propio sistema. La app KIA Connect nos permitirá estar informado al minuto del estado del coche e incluso interactuar con él a distancia.
En lo que a espacio se refiere, la coreana mantiene una de sus máximas: el confort de sus ocupantes. Y es que los 2,68 metros de batalla se traducen en un interior amplio y cómodo. Según la marca, la zona trasera ofrece casi un metro tanto en el hueco para las rodillas como para la cabeza. Por su parte, el maletero cubica 591 litros convirtiéndole en uno de los más capaces de su categoría.
Motores con chispa
Como ya te hemos comentado, el Sportage de quinta generación se sostiene sobre una nueva plataforma con la que ha aumentado su electrificación. Y es que podrá escogerse con motores diésel, gasolina (microhibridados), híbrido e híbrido enchufable. Yendo por partes, en gasolina estará disponible con el 1.6 T-GDI a escoger con 150 o 180 CV, ambos con tecnología híbrida ligera y a combinar con la caja de cambios manual inteligente iMT de seis relaciones en el primero y con la automática DCT de siete. En diésel también habrá dos opciones bajo el bloque 1.6 CRDi: 115 CV y caja manual convencional de seis marchas (no tiene microhibridación) o 136 CV MHEV con transmisión iMT o DCT.
En cuanto a la versión híbrida (HEV) es la misma que probamos en el Tucson, es decir, que de combinar el 1.6 T-GDI de 180 CV y otro motor eléctrico de 60 CV, con una batería de 1,49 kWh, tenemos un rendimiento total de 230 CV. Por su parte, el Sportage PHEV aumenta la potencia del motor eléctrico hasta los 90 CV para dar un total de 265 CV. La capacidad de la batería también se incrementa hasta los 13,8 kWh por lo que es de prever que la autonomía cero emisiones ronde los 60 km (a falta de homologar).
Seguridad de alto nivel
En el apartado dinámico hay muchas novedades que estamos deseando conocer de primera mano. La primera, el nuevo modo Terrain heredado del Sorento y que mediante un selector nos permite elegir entre diferentes programas de conducción que se adecúan al tipo de superficie. El segundo, los múltiples asistentes a la conducción que incorpora y que le convierten en el Sportage más seguro de la historia. Entre algunos de ellos destacan el asistente para evitar colisiones en cruces, el control de velocidad de crucero inteligente basado en la navegación NSCC con limitador de velocidad inteligente, el monitor de ángulo muerto reflejado en el cuadro de instrumentos, el asistente de aparcamiento remoto o el Highway Driving Assist que le dota de un nivel 2 de conducción autónoma.