El binomino CUPRA y León entra en una nueva dimensión. No solo invierte nomenclatura sino que suma el componente eléctrico para convertirse en el CUPRA León e-Hybrid. La pregunta es ¿seguirá siendo tan CUPRA como siempre? Sigue leyendo para descubrirlo.
La sociedad León y CUPRA es casi tan representativa como hablar de Michael Schumacher y Ferrari o Hamilton y Mercedes-AMG. Los más nostálgicos quizá recuerden el primer León Cupra, el del año 2000, con su V6 de 204 CV o más recientemente el León Cupra R ST 4Drive con el motor más potente jamás ofrecido en el León generando nada menos que 310 CV. Pero con el anuncio de la independencia de CUPRA por parte de SEAT a principios de 2018, dicha unión llegó a su fin… o mejor dicho, a su conversión.
El mítico León CUPRA pasa ahora a conocerse como CUPRA León. Una inversión en el nombre que no ha afectado en absoluto a su esencia deportiva. De hecho, a ella se le ha unido un componente impensable hace años como era el de la eficiencia. Y es que siguiendo la tendencia actual, el primer CUPRA León que ha surgido no ha sido otro que uno híbrido enchufable bautizado como e-Hybrid. Una decisión que quizá rechine a muchos puristas, los mismos que han de tranquilizarse, pues la gama del CUPRA León estará formada igualmente por versiones exclusivas de combustión con hasta 310 CV de potencia.
Tuneado de serie
Antes de entrar a valorar si este CUPRA León e-Hybrid consigue mantener intacta esa deportividad que se le presupone pese a la llegada de la electrificación, dejadme que repasemos su aspecto. No vamos a extendernos demasiado porque en esencia se trata de un SEAT León de cuarta generación que ha pasado por el configurador del Need for Speed.
Mantiene sus 4,40 metros de largo pero ofreciendo unas líneas mucho más agresivas y musculosas. Paragolpes sobredimensionados, tomas de aire más grandes, llantas exclusivas de 19 pulgadas con diseños tan llamativos como las Aero Design de nuestra unidad o los diferentes remates en tono cobrizo tienen buena parte de culpa. Tampoco desmerece la ya característica tira de LED trasera que conecta los pilotos mientras que los escapes simulados intentan aportar ese extra de deportividad. Los más ávidos se darán cuenta de que la altura libre de la carrocería se ha rebajado en 2,5 cm en la zona delantera y otros 2 cm en la parte trasera.
En el habitáculo, la deportividad tiene continuidad gracias a los excelentes asientos de tipo bacquet con reposacabezas integrados, a las costuras en tono cobrizo y al nuevo volante deportivo. El volante deportivo integra tanto el botón de arranque como el selector de modos de conducción, solución está que nos evita tener que pasar por la pantalla central para escoger cada uno de los programas que ofrece: Comfort, Sport, Cupra e Individual. Porque como ocurre en su hermano de SEAT todo pasa por el monitor central… incluido, aquí sí, la gestión eléctrica del mismo.
Y es que no contamos con un comando EV físico que nos permita forzar la maquinaria de kilovatios sino que tendremos que hacerlo a través de la pantalla. Del mismo modo, para visualizar los menús específicos como el flujo, la autonomía o los tiempos de carga habrá que toquetear dicho monitor. Para finalizar con el aporte tecnológico, el cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas ofrece vistas y menús exclusivos, entre los que se encuentra uno también de corte deportivo inexistente en el Seat León.
Si nos centramos en el espacio, la segunda fila es calcada en hueco para rodillas, cabeza y anchura. La gran diferencia viene determinada por la capacidad del maletero, pues se ve reducida en 110 litros, alcanzando los 270 litros. Sí mantiene sus formas cuadradas, pero claro, en algún lugar hay que colocar la batería. Quien quiera optar por más volumen, puede abatir los respaldos traseros y disponer de un piso plano u optar por el CUPRA León Sportsourer e-Hybrid que aumenta su capacidad hasta los 470 litros.
Un par de detalles que llaman la atención: que no haya un hueco específico para dejar los cables y sea ‘obligatorio’ llevarlos en unas bolsas que restan más espacio; o que se haya colocado una toma de enchufe en la zona derecha. ¿Será para autorrecargarse? Quién sabe.
Cumple con nota
En marcha la principal característica de este CUPRA León e-Hybrid es precisamente su alma eléctrica. Equipa una batería de 13 kWh de capacidad bruta con la que alimenta el motor eléctrico de 115 CV, homologando así una autonomía de 52 kilómetros según el ciclo WLTP. Con dicho motor se mueve de forma tranquila y sosegada, pudiendo hacerlo hasta 135 km/h.
Cuando la energía de la batería se agota (siempre deja un poco de remanente), entra en funcionamiento el otro bloque protagonista: el 1.4 TSI de 150 CV y 250 Nm que aumenta la vivacidad del conjunto. No en vano, nos ha parecido menos reactivo que el 1.5 eTSI que probamos, principalmente porque tenemos que arrastras 250 kilos más de peso. Sin embargo es al trabajar conjuntamente los dos bloques cuando demuestra de lo que es capaz, pues es en ese momento cuando despliega los 245 CV de potencia y 400 Nm de par totales. Y ojo, están ahí. El empuje es bastante contundente tal y como demuestra su paso de 0 a 100 km/h de tan solo 6,7 segundos. Puede que te parezca lento pero quizá te sorprenda saber que está únicamente a un segundo del último León Cupra R de 310 CV.
De acuerdo, parece rápido pero, ¿se siente como un CUPRA? Pues la verdad es que sí. Posee un chasis perfectamente ajustado y a lo perfecto que resultaba ya el León, desde CUPRA le han mejorado la dirección, para hacerla más precisa, y han aumentado la mordida de los frenos, aunque no evitan que el tacto sea algo esponjoso.
Al igual que el León, mantiene la suspensión adaptativa DCC con hasta 15 posiciones de regulación en el modo individual, sumando eso sí un diferencial autoblocante gestionado electrónicamente, el cual se convierte en el perfecto aliado para rozar los límites del coche. La guinda la pone el modo Sport del control de tracción, que permite liberar al CUPRA León de ciertas ataduras y convertirse en un coche más reactivo incluso. Y ojo, todo esto que digo se puede sentir incluso circulando en eléctrico.
No obstante, encontramos una pega y grande cuando activamos el modo CUPRA: el sonido. Dado que de serie el 1.4 TSI no tiene un ruido deportivo, se ha intentado emular de manera artificial colando por los altavoces un gorgoteo ronco. En el modo Sport ya empieza a ser notorio pero es con el CUPRA con el que se aumentan los decibelios. No es feo pero no se le nota natural llegando incluso a cansar si realizamos una jornada intensa de curvas.
El punto final de las impresiones va a parar al consumo. Sabemos que resulta raro hablar de gasto de combustible en un CUPRA, pero si tiene el apellido e-Hybrid cobra más sentido. Porque durante la semana de pruebas nos hemos movido en unos más que sobresalientes 3 l/100 km. Están lejos de los 1,4 l/100 km oficiales, pero para nada son desdeñables. Eso sí, para conseguirlos, será indispensable tener siempre cargada la batería, de lo contrario estaremos moviendo constantemente un extra de peso innecesariamente. Con todo, como es lógico podemos pasar de un consumo cero al movernos en modo 100% eléctrico, con un gasto de unos 17 kWh/100 km, a los más de 7 l/100 km si desatamos todas nuestras emociones. Pero a poco que sepamos gestionar la energía, será sencillo tener esos 3 litros, e incluso menos.
En cuanto a la autonomía eléctrica, aquí sí es fácil conseguir los 52 km que homologa. De hecho, siempre que lo hemos recogido al 100% de batería el ordenador marcaba 54 km. Conseguirlo dependerá del escenario ya que en autopista no haremos más de 30-35 km, pero al entrar en zonas urbanas veremos cómo es factible cubrir esos 50 km sin problemas. Puestos a pedir, también nos hubiera gustado que el sistema de retención no actuara de manera automática en función del programa y nos permitiera elegir los modos de alguna manera.
En definitiva
Antes de finalizar este vídeo no puedo sino hablaros de los tiempos de carga. Con una potencia limitada a los 3,7 kW, este Cupra León eHybrid tarda algo menos de cuatro horas si lo conectamos a un enchufe de similar potencia, tiempo que asciende a casi las 6 horas si lo conectamos a un toma doméstica convencional. No hubiera estado de más aumentar esa potencia hasta los 6,4 kW para así poder hacer un uso más acertado de las estaciones públicas y rebajar el tiempo de carga, pero es un mal endémico de muchos de los últimos híbridos enchufables.
Sea como fuere, la realidad es que este nuevo CUPRA León e-Hybrid consigue sacarnos de dudas al mantener intacta la deportividad propia que le otorga esta insignia. Un espíritu de competición que se combina toda la eficiencia proporcionada por un sistema híbrido enchufable de diez. Y todo ello por un precio bastante ajustado. De hecho resulta ser más barato que un Golf GTI de nueva generación (unos 4.200 € aproximandamente), sin la etiqueta CERO ni el diseño tan llamativo o el equipamiento tan bien escogido de nuestro protagonista. Una compra redonda.