Probamos la versión más radical del KIA Óptima, la GT. La berlina de 238 CV ofrece una potencia desmedida, un espacio excesivo y un comportamiento excepcional tanto en dinamismo como en confort. Si quieres conocer todos los detalles del modelo surcoreano, sigue leyendo.
Con la reciente presentación de la sexta generación del Óptima, aprovechamos para contaros cómo va la versión GT correspondiente al restyling de su quinta entrega que KIA presentó el pasado año. Este modelo compite directamente con otros del segmento D como el Ford Mondeo o el VW Passat en parte por sus casi 4,86 metros de longitud.
KIA no ha presentado muchos cambios a nivel de diseño exterior en la actualización de su Óptima. Aunque, entre esas ligeras modificaciones más las especificaciones de esta versión GT, sí encontramos un modelo ligeramente cambiado frente a los otros acabados.
Las cotas exteriores no cambian. Se mantienen los 4,85 metros de largo, 1,46 de alto y 1,86 de ancho. Encontramos elementos rediseñados como el paragolpes delantero, sus faros y pilotos y unas nuevas llantas que pueden llegar a ser de hasta 18 pulgadas (sólo de 18 en el GT).
El detalle que más nos ha llamado la atención y que le queda muy bien a esta berlina deportiva, son unos difusores cromados justo encima de los pasos de rueda delanteros. Este detalle aerodinámico, se complementa con una salida de escape cromada a cada lado del paragolpes trasero.
Aprobado con nota en el interior
Si el KIA Óptima es un vehículo de transporte con conductor (VTC) será por algo. Uno de sus motivos es, sin lugar a dudas, su abrumador espacio. Una batalla de 2.805 mm hacen posible que 3 pasajeros adultos entren con comodidad en las plazas traseras y que 2 viajen excesivamente cómodos tanto en las traseras como en las delanteras. A este espacio a raudales del interior se le añade un maletero de 510 litros que, pese a no ser el mejor del segmento, sí es más que suficiente para poder viajar con maletas para todos.
En lo referente a elementos de diseño y confort, el nuevo Óptima cuenta con un volante diferente y con inserciones cromadas repartidas por el salpicadero. La versión GT cuenta con tapicería específica de cuero negro con costuras en rojo, reglaje eléctrico para los asientos delanteros (también ventilados y calefactados) y un nuevo sistema de iluminación ambiente para el habitáculo configurable en seis colores diferentes.
Todo lo que nos ofrece el interior de este GT es de serie, con paquete único y sin extras. En cuanto a elementos de seguridad, cuenta con asistencia de mantenimiento de carril, de frenada de emergencia, cámara de visión trasera y 360º, sensores delanteros y traseros, detección de fatiga del conductor, detector de ángulo muerto y reconocimiento de señales de tráfico entre otros.
Y por añadir elementos de confort destacables a los citados anteriormente, la berlina cuenta con llave inteligente, techo solar panorámico, volante calefactado, 10 altavoces Harman/Kardon, Navegador, pantalla de 20,3 cm y conectividad Android Auto y Apple Car Play.
Deportividad en las afueras
Nos ha gustado casi todo de este deportivo familiar. Una de esas cosas que nos ha dejado con buen sabor de boca es la potencia que el motor de 4 cilindros y 238 CV entrega. Unos caballos que entran al máximo a las 6.000 vueltas pero que vienen salvaguardados por los 353 Nm entre las 1.400 y 3.500 rpm. Por tanto, tenemos una patada casi constante y progresiva en todo el rango de la aguja del cuentarrevoluciones.
Estamos ante un modelo muy cómodo para viajes largos por carretera, con buen aplomo gracias a sus 1.655 kilos. Su suspensión es suave, fácil de manejar, al igual que la dirección que se muestra precisa. Por ciudad el único pero que le ponemos a este Óptima GT es su caja de cambios. No nos da la progresividad ideal para tener potencia en el preciso instante que pisamos el acelerador y esto nos castiga con trompicones innecesarios en semáforos y rotondas. Por ello, nos hemos divertido muchísimo más por tramos secundarios donde el modo Sport firma un intachable comportamiento. En tramos urbanos, hemos tenido quizás ese sabor más amargo.
Los modos de conducción están bien configurados. El modo ECO nos ayuda en ciudad a evitar ligeramente esos cambios bruscos de la caja automática de convertidor de par mientras que le modo Sport nos sirve para divertirnos en cuanto pisamos una secundaria. El modo Smart se adapta bien a la situación que le exigimos al coche y cambia la gestión de la aceleración y la dirección.
Situación idónea
Si bien es cierto que estamos ante un modelo que ya ha presentado su siguiente generación, quizás sea éste el motivo por el que hacerse con uno de estos GT sea la mejor opción. Su precio nuevo y cerrado con el adicional de la pintura Clear White es de 33.656€. Una cifra aceptable para un modelo de casi 240 CV, con unas cotas de habitabilidad idóneas para cualquier ámbito del día a día y un equipamiento muy a la altura del segmento. Divertido, veloz, cómodo y estéticamente bonito son motivos suficientes para hacernos olvidar el par de detalles negativos que le hemos podido sacar.