Pocos modelos hay que representen mejor la evolución de una marca como este Sorento Hybrid que hemos probado en profundidad y que nos ha dejado con la boca abierta.
Querido hedonista del motor, sabes que siempre intento ser sincero pero en esta ocasión quiero que me creas de verdad cuando te digo que el KIA Sorento que protagoniza esta hedoprueba es uno de los modelos que más me han sorprendido de los últimos tiempos. Ya lo hizo durante el hedocontacto de hace unos meses, cuando llegamos a la conclusión de que los modelos europeos tenían un serio problema ante la llegada de esta nueva generación, y lo terminé de por confirmar hace escasas semanas cuando pudimos ponernos al volante de su versión híbrida enchufable.
El nuevo KIA Sorento es el fiel reflejo de cómo ha evolucionado un fabricante como KIA. Vista hace años como una marca de perfil bajo, ahora es una de las que más proyección comercial tienen. Cierto es que el Sorento se convierte ya en un coche de estatus, de presencia, que quizá se escapa de esa idea de vehículo asequible que tienen el resto de modelos, pero si tenemos en cuenta todo lo que aporta este coche (siete plazas, un interior casi de lujo, un maletero gigantesco…) acabaremos por entender que los 39.100 € de los que parte con su motor híbrido no son en realidad tan caros. Sí, nuestra unidad iba combinada con el nivel más alto, el Luxury así como con la tracción total, implicando un desembolso de 51.444 € pero en realidad pocos coches hay que ofrezcan tanto por este precio.
Grande, muy grande
Sin querer dejar a un lado su aspecto visual, pues ya te lo analizamos en el contacto, lo que sí queremos es resumirlo con una palabra: despampanante. Con un aire típicamente yankee, esta nueva generación desprende grandiosidad por los cuatro costados. Mide 4,81 metros de largo por 1,90 de ancho y 1,70 de alto. De hecho, es tan amplio que casi necesitamos usar la estribera lateral para subirnos al habitáculo.
Una vez acomodados, la sensación de calidad nos envuelve. No miento si digo que es el KIA mejor hecho de la última década. De hecho, para que me entiendas quizá mejor, parece un Audi, lo cual dice mucho en su favor porque no hay que olvidar que KIA es una mara generalista. No obstante, tiene detalles de marca alta, como el propio ajuste de los materiales, en confort de sus asientos, las funciones de ventilación o climatización y,ojo, un aspecto que nos ha dejado entusiasmados: la tecnología que atesora.
Para demostrarlo, el amplísimo elenco de asistentes a la conducción que ofrece y en el que destaca no solo un sistema de conducción autónoma con nivel 2, sino con elementos como el detector de ángulo muerto representando en el cuadro digital mediante las esferas. Un gadget al alcance de pocos.
Todo ello acompañado de un sistema multimedia intuitivo, rápido y con un sinfín de opciones así como de una zona trasera amplia y confortable. El KIA Sorento vuelve a demostrar que es uno de los todocaminos familiares más habitables, no solo con una segunda fila apta para tres adultos sino con una tercera apta también para dos personas de talla media. Estas, además, no se sentirán al margen en materia de conexiones y climatización pues cuentan con puertos USB y con mandos independientes. El acceso a esta tercera fila es cómodo, todo dicho sea de paso, gracias a las múltiples opciones de abatimiento que proponen los asientos traseros y en los que basta con pulsar un botón para desplazar toda la butaca.
En cuanto al maletero, los 179 litros que propone con las tres filas desplegadas son lo normal pero es que con cinco plazas tenemos 608 litros, ampliables a 819 litros cuando ponemos la segunda fila en su zona más adelantada. Pero el culmen llega al abatir todos los asientos ya que tendremos nada menos que 1.996 litros para guardar todo lo que se nos antoje.
Silencio, se rueda
El paso al frente calidad de KIA también se percibe cuando rodamos con este Sorento Hybrid. La calidad de rodadura es encomiable, digna de las mejores berlinas de representación. La suavidad y el confort sobresalen por encima del resto. Además, el sistema eléctrico permite mover a esta ‘mole’ en modo cero emisiones durante un intervalo corto de tiempo y siempre que sepamos dosificar muy bien el acelerador.
No obstante, basta con poner en el cuadro digital el diagrama de flujo para comprobar cómo el entramado eléctrico está siempre asistiendo para aportar empuje y rebajar el consumo. Con todo, hay que recordar que este Sorento Hybrid genera la nada despreciable cifra de 230 CV y 350 Nm de par habiendo registrado durante nuestra hedorpueba un consumo de solo 7,1 l/00 km. Cierto es que si le apretamos las tueras al motor podemos llegar a registrar casi 10 litros pero en condiciones normales de rodaje, como mucho estaremos en 7,6 l/100 km.
Más allá de ese excelente dato de consumo, lo que de verdad sorprende de este Sorento Hybrid es su pisada y su aplomo. Parte de culpa la tienen una perfecta gestión tanto de la suspensión que filtra perfectamente las irregularidades del terreno, así como de un programa de conducción denominado Smart que va leyendo cómo nos movemos para ir modificando él los parámetros. El conductor también puede elegir entre Eco y Sport. Adicionalmente la versión 4×4 incorpora otros tres programas más: Snow, Sand y Mud (nieve, arena y barro) para permitir el avance en dichas superficies con seguridad. Solo hay que pulsar el comando central y elegir entre dichos programas.
Dinámicamente, pese a estar en un coche de ese tamaño que, además, registra un peso de 1.858 kilos, el Sorento Hybrid se muestra bastante reactivo. Tiene filosofía rutera, es cierto, pero no hace ascos a una carretera revirada. Para ello, la dirección es precisa y la estabilidad general es bastante alta.
En definitiva
Creo que no hay mejor exponente que este Sorento Hybrid para representar el cambio que ha experimentado KIA. El buque insignia de la firma coreana da varios pasos al frente en todos los aspectos. Estéticamente impresiona, es robusto, grande, poderoso. Por dentro, destila calidad, espacio y tecnología; mientras que en marcha tiene un rodar propio de cualquier limusina. Si a eso le sumas la variable de un precio muy ajustado, ¿qué más se puede pedir?