La sexta generación del Opel Corsa llegó a finales del pasado año con una nueva plataforma, una gama de acabados y motores muy amplia y, por primera vez, una alternativa electrificada. Hemos probado la versión más equilibrada de 100 CV con el equipamiento más alto y cambio automático.
Opel pasó a formar parte del Grupo PSA con el objetivo fijado en electrificar toda su gama a corto plazo. Aunque todavía falten unos años para ver una alternativa electrificada para cada uno de los modelos que presenten, el nuevo Corsa es la cara visible de esta estrategia que no ha hecho nada más que comenzar.
Tras seis entregas y casi 40 años de vida, por primera vez en su historia el Corsa tendría una alternativa eléctrica. Por ello, hace poco os trajimos la primera prueba de esta versión que, además, nos dejó muy buen sabor de boca. Pero como la clave del periodismo es el enriquecimiento y la capacidad de contrastar para poder opinar con criterio, ahora hemos optado por el modelo de combustión impulsado por el bloque de gasolina de 100 CV que, aunque ahora lo veréis, tampoco está nada mal.
Un segmento B cada vez más pintón
El sector de los urbanos se ha ido transformando con el paso de los años hacia un segmento con diseños cada vez más llamativos. Pese a que las cotas de tamaño aumentan, siguen siendo coches con dimensiones recatadas y para un uso práctico concreto. Pero más allá de las cifras con el metro en la mano, este tipo de coches y en concreto el Corsa, han dado un salto indiscutible en lo que a diseño se refiere.
Gracias a la nueva plataforma CMP sobre la que se produce el urbano alemán, PSA también fabrica otros coches del grupo como el Peugeot 208. El nuevo Corsa mide 4.06 metros de largo que, pese a no ser demasiado, parecen más gracias a los 1,75 metros de anchura. La batalla de 2,54 también le da un punto extra de amplitud visto desde fuera, que trasladado al interior se nos puede quedar algo justa. En definitiva, en cuanto a estética se refiere tenemos un coche muy pintón que ha cambiado considerablemente respecto a su anterior generación y que sin duda es una buena apuesta para los amantes de los modelos de toda la vida.
Espacio interior aceptable
La batalla del actual Opel Corsa es superior a la de su anterior modelo por lo que objetivamente su espacio interior es mayor. Esto lo hemos notado principalmente en las plazas delanteras donde se viaja sin ningún problema y con espacio de sobra tanto para las piernas como para la cabeza. En las plazas traseras dos adultos irán más incómodos en trayectos largos ya que el espacio para la cabeza y piernas no es ni de lejos el que pudiera parecer al verlo desde fuera. En cualquier caso, las cotas están dentro del segmento y esto no quita para que las banquetas traseras (sin contar la central) sean sin duda aceptables.
El pilar C nos esconde un maletero que también ha mejorado en sus cifras. 24 litros más para unos 309 litros totales que, estando por debajo de la media de sus rivales directos, siguen siendo decentes. En este aspecto el Grupo VAG con su Polo e Ibiza llevan sin duda la voz cantante.
Tres cilindros sí, pero ágiles y divertidos
El Opel Corsa está disponible con el motor diésel de 4 cilindros y 102 CV o con el gasolina de tres cilindros y varias potencias diferentes. Centrémonos pues en la unidad probada. Dentro de las alternativas gasolina, se encuentran los modelos de 75, 100 y 130 CV.
Hemos elegido la intermedia ya que seguramente sea la más equilibrada en relación prestaciones/precio. 75 CV nos saben a poco y 130 CV quizás disparen el precio de salida. El motor que Opel monta en su nuevo Corsa mueve con brío al utilitario alemán que, sorprendentemente, no peca demasiado de ser un tres cilindros. La caja de cambios automática de 8 velocidades no hace maravillas pero sí gestiona bien el cambio entre etapas para darle al coche la fluidez justa.
El motor se estira sin problemas y no es excesivamente ruidoso gracias también al buen aislamiento del habitáculo. En el régimen de vueltas máximo, unas 5.500 rpm, si notamos ya fatiga de los tres cilindros que insistimos, empujan sobradamente. Si es cierto que pese a los 5.9 litros homologados, tras una prueba mixta, con algo más de toque urbano, cerramos la semana en 7 l/100 km que pueden ser 6 y medio rodando tranquilo. En carretera, podemos bajarlo de 6 con mucha facilidad.
El buen aislamiento se ve acompañado de unos asientos que recogen bien a los pasajeros con su tapicería de cuero (en nuestro acabado). Al volante del modelo teutón te sientes ágil y preciso al paso por curva y la suspensión está equilibrada proporcionando un confort reseñable. Por eso de toda la gama de combustión, quizás esta alternativa de 100 CV con el cambio automático sea lo más rentable en relación calidad/precio.
“Elegance” con muchos extras
Centrándonos en la unidad probada, este Corsa cuenta con un nivel de acabado interior con un toque ligeramente premium. Culpa en parte de montar el equipamiento más alto, el Elegance, y varios añadidos más en forma de extras. El nivel de los materiales es bueno y está bien terminado. La palanca de cambios automática lleva el sello PSA puro y duro aunque Opel también ha firmado elementos como el cuadro de mandos analógico o los botones del volante.
En cualquier caso estamos ante un coche un precio de salida de 17.080€ para la versión de 100 CV y el acabado más alto que ya lleva asociado de serie el cambio automático de 8 relaciones. Este precio lleva descontado las campañas y promociones, aunque le falta añadir los extras que nuestra unidad equipaba, que no eran pocos.
Entre elementos de seguridad como el Pack Safety o el Pack Parking y elementos de diseño como las llantas de 17 pulgadas “Diamond Cut”, el precio se eleva por encima de los 20.000€. lunas traseras tintadas, Pack Premium que incluye navegador y conectividad o los faros matriciales LED. Con todo ello y los descuentos aplicados, nuestro coche de pruebas cerraba su precio en 23.230€. Cifra a tener en cuenta y a considerar a la hora de decidirnos por su compra.