Analizamos la tercera generación del Renault ZOE. El coche eléctrico de la firma francesa que ofrece un motor más potente acompañado de una batería con autonomía mejorada que roza los 400 km. Pero ¿merece la pena? Si quieres salir de dudas, sigue leyendo.
Cercano a cumplir una década de vida, el Renault ZOE busca seguir aumentando sus ventas con el objetivo de labrarse una reputación en el sector eléctrico. Un sector que sigue acusado por la falta de infraestructura pero que, en general, parece que va progresivamente mejorando.
Un dato que nos ha llamado la atención es que las medidas no han cambiado. Por poco que el diseño exterior varíe, normalmente las dimensiones de una nueva entrega tienden al alza. 4,04 metros de largo, 1,73 metros de ancho y 1,56 de alto. El paragolpes frontal tiene algo más de presencia y cuenta con faros full LED. Mientras su delantera se la ve más moderna, la zaga es la parte más continuista del diseño exterior. Apenas vemos la novedad de los pilotos LED.
Su interior sí esconde mayores novedades y sobre todo presenta un habitáculo más voluminoso. El Renault ZOE ha ido evolucionando sus capacidades durante estos 9 años de vida para ofrecer ahora un producto bien acabado y con una variedad de recursos a la altura de lo que se espera. De aspecto similar a los de los nuevos Clio y Captur, los materiales son buenos y la disposición del habitáculo te da la sensación ahora de entrar en un coche infinitamente mejor que su predecesor.
El salpicadero cuenta con la famosa pantalla táctil en disposición vertical que tanto hemos visto en los últimos modelos de Renault. La novedad principal llega en su cuadro de instrumentos que ahora se dispone a través de una pantalla de 10 pulgadas completamente digital. A través del volante multifunción podremos ir variando lo que queremos que nos muestre. Desde autonomía restante hasta consumos pasando por velocidad, navegación… Pero sin duda una de las cosas que más mérito tiene de la firma gala es que, pese a no variar sus dimensiones, el interior se ha transformado para dar una mayor habitabilidad. Sin ser un coche grande y con las limitaciones de un urbano, el Renault ZOE cuenta con unas plazas traseras sorprendentemente aptas para dos adultos y un maletero con unos notables 338 litros.
Mecánica muy mejorada
El ZOE cuenta con dos motorizaciones disponibles. El motor R110 de 110 CV y batería de 40 kWh de la anterior generación y el nuevo R135 de 135 CV y batería de 52 kWh. Nosotros hemos probado la versión más potente que además de entregar 135 CV añade 245 Nm de par entregados desde cero. La potencia de este urbano francés es sorprendente y empuja con mucha fuerza sobre todo durante los primeros segundos. Esta potencia no es solo útil para ciudad sino que su fuerza es tal, cuando pisamos el acelerador a fondo, que el coche es capaz de solventar un adelantamiento con seguridad a velocidades altas de unos 90-100 km/h.
Dinámicamente el coche se comporta muy bien. Tiene un tacto agradable, es, por supuesto, silencioso y cuenta con un habitáculo bien insonorizado cuando salimos a carretera. Según el modo de conducción que elijamos tendremos una mayor o menos dureza de la dirección y mayor o menor entrega de potencia, pero en ambos casos notaremos que la suavidad y precisión están por encima de todo.
Aunque sabemos de sobra que los coches eléctricos no cuentan con una transmisión al uso, sí cabe destacar que la caja de cambios de este ZOE cuenta con el modo B ahora con una mayor retención de frenada. El objetivo de los coches eléctricos es conseguir la conducción con tan solo un pedal. El modelo francés se acerca a ello, al menos por ciudad. La sensación cuando ponemos el modo B en el selector de marchas es que el coche retiene bastante velocidad al soltar el acelerador y no hace falta hacer uso del freno. No hay diferentes niveles de retención como en otros modelos pero no es necesario, sinceramente.
Consumos, autonomía y tiempos de carga del ZOE
No podemos concluir sin abordar el tema más importante en un coche eléctrico. La fama de ser, todavía, poco prácticos, les precede. Quizás un prejuicio merecido o quizás un tópico cada día menos verdadero. La realidad es que seguimos escasos de infraestructuras para los coches eléctricos pero también estamos progresivamente más cerca de normalizarlos.
Más puntos de carga en lugares públicos o parkings de centros comerciales nos permiten otorgarle puntos a favor. El Renault ZOE cuenta con una batería de 52 kWh que homologa casi 400 km de autonomía. Lejos de ser un dato irreal, durante la prueba hemos conseguido hacer algo más de 350 km de autonomía sin recargar su batería. Si limitamos el uso exclusivamente a ciudad si podemos llegar a esos 395 km de autonomía homologada aunque si salimos a carretera se verá reducida en unos 40-50 km del total.
Los consumos se han movido entre los 14,5 y 17,5 kWh. La prueba la cerramos con un consumo mixto de 16,5 kWh que, la verdad, no está mal. En cuanto a los tiempos de carga, este Renault ZOE cuenta con un punto muy a favor. Admite cargas desde 2,3 kW hasta una carga rápida de 50 kW. Pocos modelos del mercado de las prestaciones del ZOE soportan una carga tan potente. Nosotros lo hemos cargado en un cargador trifásico de 22 kW y en apenas una hora y media teníamos nuestro coche disponible al 100% de batería. El Renault Zoe en esta versión mecánica con el acabado más alto se puede adquirir por algo más de 34.000€. Si nos conformamos con la versión de acceso en potencia y acabado, el precio rozará los 30.000€. pueden parecer cifras muy desorbitadas pero, recordemos, que estamos hablando de un coche 100% eléctrico.