El apellido Gran Coupé de BMW añade un nuevo integrante con este 218i Gran Coupé que, de paso, le complica la existencia al CLA Coupé de Mercedes-Benz.
En un mercado dominado por los SUV, resulta quizá hasta arriesgado lanzarse a sacar un modelo que no presente este tipo de silueta. Sin embargo, pertenecer al segmento premium permite a fabricantes como BMW tomar ese tipo decisiones ‘arriesgadas’, valga la redundancia. Este es el caso del protagonista de estas líneas, el BMW Serie 2 Gran Coupé, que llega para cerrar, de momento, el círculo de la firma bávara en lo que a berlinas de corte deportivo se refiere, tras haber lanzado al mercado las Serie 4, 6 y 8.
Un Serie 2 Gran Coupé que, además, entra directamente a rivalizar con el Mercedes Benz CLA que campaba tranquilamente a sus anchas en un segmento creado casi por él mismo y en el que, siendo benévolos, también podemos incluir al Mercedes-Benz Clase A Sedan e o al Audi A3 Sedán recientemente renovado. Pude que esta vez BMW no haya sido el encargado de crear la categoría, como sí ocurrió con sus hermanos, pero lo cierto es que lo compensa proponiendo un producto que tiene muchísimos argumentos para situarse como la referencia del mismo.
Un serie 1 con culo
El primero de ellos es, sin duda, el diseño. El BMW Serie 2 Gran Coupé ha sabido evolucionar ese concepto estético de otros Gran Coupé proponiendo una silueta mucho más agresiva que la de aquellos, de hecho, si nos fijamos en su zona trasera, la más representativa obviamente, vemos incluso reminiscencias del X6.
El conjunto de esta prueba juega además con la ventaja de incluir el acabado M Sport y que enfatiza aún más si esos rasgos estéticos diferenciadores. Pero más allá de ‘trajes’ o semejanzas, lo que queda claro es que este Serie 2 Gran Coupé nada tiene que ver con la anterior familia del Serie 2, sino que toma su base de la última entrega del Serie 1.
De hecho, de no ser por esa parte trasera, desde el frontal hasta casi la zona tres cuartos del vehículo, ambos son idénticos por lo que no nos tiembla el pulso al afirmar que este Serie 2 Gran Coupé es un Serie 1 ‘con culo’. De hecho, la firma bávara lo ha sabido posicionar estratégicamente dentro de su gama al ser 20 cm más largo que un Serie 1 y 20 cm más corto que un Serie 3, cifrando en total 4,53 metros de largo por 1,80 de ancho y 1,42 metros de alto.
Atrae la mirada
Regresando al componente estético, no hay duda de que el cuño deportivo adherido a las siglas M Sport le confiere como decíamos ese aspecto más agresivo y atractivo. Así lo hemos comprobado durante la semana de pruebas, donde varios viandantes se giraban a nuestro paso y exclamaban al ver su zaga. Un nivel de acabado que incluye, entre otros, unos paragolpes específicos, difusor con doble salida de escape, un pequeño spoiler trasero, llantas M con pinzas de freno en azul… elementos que nos hacen sentir como si estuviéramos ante la versión más prestacionales de la gama actual, el M235i xDrive con sus 306 CV escondidos bajo su capó.
Un acabado que, como veremos más adelante, también modifica la respuesta dinámica al incluir una puesta a punto del chasis exclusiva, con suspensión, frenos y dirección recalibrados para darle un toque más deportivo. Pero antes de entrar en tales menesteres, toca finiquitar el apartado estético hablando tanto de su parrilla delantera, con un tamaño considerable como ya es marca de la casa y, cómo no, con una zaga prominente y voluptuosa en la que nos han encandilado unos faros que, por poco no se tocan entre sí.
Encuentra las diferencias
Si bien el exterior, como decimos, nos ha cautivado, el interior nos deja con una sensación más agridulce pero ni mucho menos porque sea de baja calidad (todo lo contrario en este aspecto que le sitúa probablemente como el modelo mejor terminado de su categoría) sino por lo poco sorprendente que resulta. Y es que al compartir plataforma con el Serie 1, el salpicadero del Serie 2 Gran Coupé es idéntico.
Suerte que nuestra unidad iba ataviada con elementos opcionales tan vistosos como unos asientos deportivos M de tipo bacquet con reposacabezas integrados y tapizados en cuero de llamativo color rojo, material y tono que también está presente en los paneles de las puertas o en el reposabrazos central, o un sistema de sonido firmado por Harman Kardon que desprende un sonido exquisito.
Sin querer entrar en el amplio catálogo de opciones que ofrece, sí destacaríamos igualmente el entorno virtual de su salpicadero, con la doble pantalla de 10,25 pulgadas tanto para el cuadro digital como para el monitor central, siendo ambas de gran resolución. En la central, además de poder manejarse de manera táctil o mediante el dial circular iDrive suma la función gestual y la vocal al comando de “Hey BMW”. Ni que decir tiene que cuenta con toda la conectividad posible destacando los servicios ConnectedDrive de la firma o la sincronización móvil mediante Apple CarPlay (de manera inalámbrica) o Android Auto.
¿Igual que un Serie 1 en espacio?
Al situarle BMW justo entre medias del Serie 1 y Serie 3 pero, sobre todo, al compartir plataforma y distancia entre ejes con el primero (2,67 metros) la primera cuestión que nos viene a la cabeza es sí cuenta con el mismo espacio interior que éste. Así es. Este Serie 2 Gran Coupé calca tanto el hueco disponible para las rodillas (70 cm) como para la cabeza (91 cm) en comparación con el Serie 1. En cuanto a su anchura, como es normal en estos casos, es más idónea para dos que para tres ocupantes. Donde sí hemos notado diferencias (no queremos convertir esto en una comparativa) es en el acceso a dichas plazas. Primero, porque la apertura de la puerta es algo escasa y, segundo, porque dada la mayor caída del techo hay que tener cuidado de no golpear nuestra cabeza con el marco.
Si nos fijamos en el maletero, también hay disparidad, sobre todo en el volumen disponible. Porque los 430 litros de nuestro Serie 2 Gran Coupé suponen 50 litros más que un Serie 1 y, ojo, 50 menos que un Serie 3. BMW juega de nuevo con el equilibrio pero, a diferencia de su hermano menor, perdemos la practicidad de un portón para cargar objetos. La suerte, que la boca de carga resultante no es nada pequeña y a no ser que el objeto a cargar sea más alto de la cuenta, podremos meterlo sin problemas gracias a los 93 cm de profundidad que ofrece (74 cm en el caso del Serie 1).
Más que un motor ‘de acceso’
Dando el salto ya al apartado mecánico, la versión que pasado por nuestras manos tiene la etiqueta de ser la denominada ‘de acceso’ por ser la más barata de toda la gama Serie 2 Gran Coupé pese a que por potencia, el diésel 216d Gran Coupé de 116 CV debería ocupar dicho lugar. En el caso que nos ocupa hablamos del 218i Gran Coupé dotado del motor de tres cilindros y 1.5 litros que genera una potencia de 140 CV y un par máximo de 220 Nm disponibles entre las 1.480 y las 4.200 rpm.
Si bien en muchos apartados de este modelo no nos ha temblado el pulso a la hora de afirmar determinados hechos, en el caso de este bloque podemos asegurar que es uno de los motores tricilíndricos más agradables y refinados de cuantos hemos probado. Tampoco os vamos a engañar si decimos que ha conseguido borrarnos de un plumazo los pocos prejuicios iniciales que teníamos sobre él. Uno de ellos, el ya comentado de su refinamiento, con un nivel sonoro prácticamente imperceptible en muchas de las situaciones de conducción y, por otro, el de la potencia pues los 140 CV que genera han demostrado ser más que suficientes para todos los escenarios en los que nos hemos movido.
Cierto es que no has de esperar radicalidad pero si buscas progresividad y valoras más la diversión a la rapidez, este es tu motor. Socio de lujo es, sin duda, la caja de cambios automática Steptronic de doble embrague y siete velocidades que si bien incrementa la cuantía en 959 € cada uno de esos euros merecen la pena ser pagados. Eso sí, hemos echado en falta tener unas el disponer de unas levas situadas tras el volante para aquellos casos en los que querer tomar el control del coche o, por qué no, pasar a tener una conducción más enérgica.
Sea como fuere, lo cierto es que este 218i Gran Coupé se muestra como un auténtico rodador en lo que a confort mecánico se refiere, mientras que si nos ceñimos al consumo, los 7 l/100 km de media registrados tras hacer un uso intensivo tanto por ciudad como por carretera o vía secundaría mantienen ese buen sabor de boca general.
¿Quién dijo propulsión?
Uno de los puntos más críticos del estreno del Serie 1 fue el cambio de arquitectura al pasar de un esquema de motor delantero y tracción trasera a un ‘todo delante’. Circunstancia que, por extensión, también le ha tocado a este Serie 2 Gran Coupé. Ahora bien, rompiendo una lanza en favor de este cambio hay que decir que la mayoría de conductores apenas sabe percibir las bondades de un vehículo de propulsión e, incluso, muchos de ellos se pueden ver sobrepasados por la misma en determinadas circunstancias.
En el plano práctico diario, quien conduzca este 218i Gran Coupé notará que lleva entre manos un coche ágil y bien calibrado. Parte de culpa la tiene claro está el comentado acabado M Sport que ofrece una carrocería rebajada en 10 mm, suspensiones más firmes, frenos algo más potentes o una dirección más rápida y directa. Pero en el día a día se muestra tan eficaz como menos exigente que los anteriores Serie 2 Coupé.
Como no podía ser de otra forma, se mantiene los programas de conducción a escoger entre el Eco, Comfort y Sport, variando la respuesta de los diferentes parámetros del vehículo (motor, caja de cambios, sensibilidad del acelerador, dirección…), para transformar la personalidad del vehículo. En carretera, los dos primeros nos trasladarán la mejor berlina, mientras que con el último podremos disfrutar de excelentes sensaciones gracias al perfecto guiado de su dirección así como de un chasis perfectamente puesto a punto que le dota de una gran estabilidad y aplomo.
En resumidas cuentas
Hay quien piensa que algunos fabricantes amplían de manera innecesaria sus ya de por sí abultadas gamas, pero si BMW ha sacado al mercado este Serie 2 Gran Coupé es porque encontrará en él un cliente tipo. Puede que alguno venga atraído por un precio más bajo que el de un Serie 3 mientras que otros verán con buenos ojos que al Serie 1 le haya salido una zaga tan atractiva.
Independientemente de cuál sea el motivo, Mercedes-Benz debe de estar intranquila ante el nuevo rival que le ha salido a su CLA Coupé y, además, quien opte por este 218i Gran Coupé no ha de tener miedo a sus cifras de potencia ni prestaciones. Cumple con nota. Lo malo, que para optar por una unidad tan vistosa como la nuestra no solo será obligatorio tener en la cuenta los 35.859 € que BMW pide por él con cambio automático, sino que deberá bloquear cerca de 16.000 € para copiárnoslo… y eso que aún nos quedaban algunos opcionales por sumar.
Cuando tendremos el bmw 220i no me gustas los tres cilindros son una mierda.