El Citroën C5 Aircross Hybrid es un coche eficiente, cómodo y distinto al resto de alternativas, no solo de su grupo, sino también del mercado. Aquí lo analizamos en profundidad.
Hace más de dos años que el C5 Aircross de nueva generación aterrizó en España con unas características que sorprendieron a todo el que lo probó. Tiempo después, la firma francesa ha querido sumarse a la electrificación con el objetivo de competir contra los rivales de su segmento. El 3008 o el Grandland X ya ofrecen versiones PHEV con rendimientos bastante notables. Ahora, es el modelo de Citroën el que quiere añadir este sistema de propulsión a una gran serie de virtudes de las que ya dispone.
Diseño similar al resto de versiones
Pese a que no cambia su diseño y ofrece las mismas buenas características que ya hemos contado en otras ocasiones, cabe destacar la multitud de posibilidades de personalización que ofrece este coche. La versión PHEV se diferencia en diseño respecto al resto de versiones de combustión del modelo con detalles en color azul, la tapa con la toma de recarga o los logotipos “Hybrid” en varios puntos de la carrocería.
La etiqueta CERO de la DGT es, lógicamente, otro claro distintivo respecto a las versiones de combustión. Salvo en el acabado de acceso, en el resto de niveles de equipamiento el C5 Aircross presume de un aspecto muy cuidado con el paragolpes en el color de la carrocería, detalles cromados o bitonos.
Interior de calidad
Una de las mayores virtudes del C5 Aircross, y ahora del Hybrid, es su increíble amplitud y su diseño de calidad. Los materiales son buenos, de tacto suave. El puesto de conducción es muy amplio y sus plazas traseras se ofrecen en tres butacas individuales y reclinables de manera independiente. La habitabilidad del modelo francés no tiene prácticamente rival entre sus competidores más directos.
La instrumentación digital es intuitiva y fácil de utilizar. Hay sistema de infoentrenimiento en la pantalla táctil y todo se maneja de manera sencilla. Sin embargo, el ordenador de abordo no muestra demasiada información sobre el sistema híbrido.
Volviendo a su habitabilidad, además de todo el espacio que se respira en el interior, hay que añadir su volumen del maletero. Como era evidente, el capacidad del maletero se ha visto reducida en la versión PHEV respecto a los C5 Aircross convencionales por el espacio que ocupan las baterías y todo el sistema eléctrico. Cuenta con 460 litros que está muy bien para una versión híbrida-enchufable pero pierde 120 litros respecto a las versiones gasolina y diésel.
Comportamiento del Citroën C5 Aircross Hybrid
En el hedocontacto al que asistimos hace unos meses ya os contamos todo lo referente al sistema de propulsión híbrido y al motor del modelo. Sus prestaciones, rendimiento de batería y autonomía eléctrica. Por ello, vamos a comentar las sensaciones dinámicas durante esta semana de hedopruebas.
El modelo francés ha sido fabricado para el confort de marcha. Este SUV filtra muy bien las irregularidades del terreno y tanto por carretera abierta como por ciudad, las suspensiones están muy bien ajustadas y no se siente un tacto desagradable al paso por badenes, resaltos o zonas algo más rotas.
El tacto general es muy blando, quizás demasiado. Es muy suave, y está orientado al 100% hacia la comodidad. No podemos esperar una conducción dinámica y divertida de un coche que está exclusivamente diseñado para dar confort de marcha y que los pasajeros viajen con la mayor comodidad posible. Lo que más sorprende para bien de este C5 Aircross Hybrid es que para su imagen imponente, su diseño ancho y robusto, la maniobrabilidad en ciudad o en lugar estrechos es notablemente positiva. Además de la comodidad que aporta el sistema híbrido en ciudad, por carretera es un coche que también tiene grandes dotes de confort. No es ruidoso, el habitáculo está bien aislado y a velocidades altas no se cuela ningún ruido del exterior.