Coches eléctricos hemos probado bastantes pero ninguno ha sido capaz de transmitir todo el dinamismo y la contundencia del Porsche Taycan. Y eso que nosotros hemos probado la versión menos bestia: así va el Taycan 4S.
No hay duda de que Porsche se ha metido de lleno en la electrificación y lo ha hecho como mejor sabe: con un deportivo de cabo a rabo. Ya nos lo demostró durante la toma de contacto que realizamos hace algunos meses y ahora, reencontrándonos de nuevo con el Taycan 4S, solo hemos podido confirmar que no hay nada que se le parezca. En unos meses veremos si Audi es capaz de acercarse a él con el e-tron RS GT pero ya de inicio su versión más potente se queda a 116 CV del Taycan Turbo S, mientras que Tesla, por mucho que acabe de presentar el nuevo Model S 2021 todavía nada lejos en lo que a sensaciones deportivas se refieren. Por tanto, solo hay un término para referirnos a este Taycan 4S: irrepetible.
Adrenalina pura
No vamos a entrar a valorar ni el diseño ni la habitabilidad interna, pues ya te hablamos de ellas cuando lo condujimos por primera vez. En cambio, sí vamos a mencionar que hay varios detalles que nos llaman poderosamente la atención. El primero, no importa que estuviéramos ante el único Taycan sin el apellido Turbo (ahora ya existen el Taycan ‘a secas’) pues a base de talonario lo podemos vestir como el pata negra, incluyendo todas las opciones dinámicas que presenta como el eje trasero direccional, los frenos carbocerámicos, el control dinámico de chasis, el Porsche Torque Vectoring Plus, el paquete Sport Chrono, etc.
Cierto es que si los equipamos todos quizá sea más lógico ir directamente al Taycan Turbo pero la ventaja que nos aporta este Taycan 4S es que podremos elegir los que más nos convengan. Porque en lo que a rendimiento se refiere no hay concesiones. Los 571 CV de potencia y 650 Nm de par que es capaz de generar en determinadas circunstancias ya nos satisfacen por completo. Hay dos Taycan más rápidos sí, pero para quien no quiera demasiadas florituras creo que ya estará contento pasando de 0 a 100 km/h en 4 segundos y alcanzando los 200 km/h (donde le dejen) en 12,9 segundos. En cuanto a la velocidad punta, los 250 km/h que registra son, igualmente, más que suficientes.
Traza líneas
Ello le convierte en un auténtico misil en línea recta. Los 650 Nm de par que surgen de manera instantánea nos pegan literalmente al asiento e incluso hay que andarse con ojo para evitar que las ruedas pierdan grip ante la fulgurante salida. Sin embargo, donde de verdad sorprende el Taycan 4S es en curva. Su paso por curva está nos catapulta a otra dimensión. Basta pisar el acelerador parar dejar tras de nosotros la misma estela que el DeLorean de Marty McFly. Uno solo tiene que preocuparse de mirar, girar, a veces frenar y volver a acelerar para dibujar una sonrisa perpetua en nuestro rostro.
Su capacidad de tracción es increíble, casi tanto con la agilidad con la que se mueve en los cambios de apoyo. No parece que estemos en una berlina de 4,96 metros y 2.295 kilos, sino que su dinámica es digna del mejor Nueveonce. La confianza aumenta según pasan los kilómetros acompañada por unos frenos contundentes y una puesta a punto del chasis que bien parece la de un F1 o un LMP1 de Le Mans. Precisamente de este último, del 919 Hybrid, es de donde Porsche ha heredado el sonido que se cuela en el habitáculo y que surge al seleccionar el modo Sport Plus.
No esperes el bramido de los antiguos V8 atmosféricos pero tampoco es como el de una nave espacial. De hecho está tan bien conseguido como el del Mazda MX-30 y con la ventaja de que aquí sí lo podemos desconectar. Otro aporte del mundo de la competición, la caja de cambios de dos velocidades que no solo le aproxima a un vehículo de combustión sino que sirve para mejorar la capacidad de aceleración cuando rodamos a alta velocidad.
Sin preocupaciones
Ojo, adquirir un Taycan 4S no implica que todo el rato tengamos que ir todo el rato cual protagonista de Fast&Furious sino que como buen eléctrico, la berlina de Porsche invita a la tranquilidad. La misma que proporciona la batería Performance que se oferta de opcionalmente por 5.614 € y que le acerca más aún a los Turbo y Turbo S al ser la misma que emplean ellos. Sus ventajas, por un lado el ‘chute’ de autonomía que nos proporciona pasando de los 406 kilómetros de la batería estándar de 79,2 kWh a los 463 km de esta con 93,4 kWh. Del mismo modo, la potencia de carga aumenta al poder conectarse a tomas en corriente continua de 270 kW, frente a los 225 kW de la más básica. Tampoco hay que obviar que pasamos a tener 41 CV más de pico de potencia aunque en el lado negativo, incrementamos nuestro peso en 180 kilos.
Todo ello se traduce, como decíamos en una tranquilidad absoluta cuando tenemos la batería a tope ya que durante nuestra semana de hedoprueba vimos que con el modo Range activado (el que más cuida la autonomía) y sin la climatización encendida obtuvimos hasta 425 km que se rebajan a los 390 km con el clima conectado y hasta los 380 km con el normal. Pero lo importante es que es relativamente sencillo ceñirse al gasto homologado de 21 kWh/100 km pues circulando de manera normal hemos registrado 22,9 kWh/100 km rodando principalmente por carretera.
La pega, quizá que para cargarla tendremos que hacer un uso mayor de estaciones rápidas, pues al conectarlo en una toma doméstica y con un 26% restante el sistema hablaba de nada menos que 48 horas. No te alarmes porque como bien nos dijo Porsche en la presentación quien adquiere este Taycan (sea el que sea) no buscará moverse siempre con el 100% de la batería. Hay que adaptarse a los trayectos del día siguiente, planificarlos y si surge algún imprevisto y se necesita una carga rápida, siempre se puede acudir a la red de Turbocargadores de sus concesionarios que cargan hasta esos 270 kW obteniendo el 80% en menos de 20 minutos y de manera totalmente gratuita.
En definitiva
Ya lo dijimos en la toma de contacto. Si la historia de la electrificación está aún en proceso de rellenar sus páginas, lo que ha hecho Porsche sin duda es escribir el capítulo más apasionante de cuantos existen actualmente. El Taycan 4S cumple con todo lo que se pide de un vehículo cero emisiones: eficiencia, diseño aerodinámico, calidad y autonomía. Variables a las que se une la inherente a todo modelo de Stuttgart: el dinamismo. Quien quiera seguir pensando en Porsche como una marca clásica anclada al pasado tiene la obligación de probar, aunque sea durante escasos kilómetros todo lo que ofrece este Taycan. Cambiará de opinión. Seguro.