Espacio, diseño, tecnología, seguridad y una autonomía eléctrica mejorada. Poco más se le puede añadir a este Passat Variant GTE que hemos probado en profundidad.
Si hace unas días disfrutábamos de las bondades dinámicas del Volkswagen Passat Variant R-Line Performance, la versión más prestacional y equipada de la renovada gama de la berlina alemana, hoy el protagonista de estas líneas podría ser catalogado como su némesis, el Hyde de Mr. Jekyl o viceversa. Nos referimos al Passat Variant GTE.
Siglas que van camino de convertirse en una referencia dentro de la firma alemana conjugando no solo una altísima eficiencia, sino también el gusto por el rendimiento. Porque además de portar la anisada etiqueta CERO de la DGT, adherida a un sinfín de ventajas y descuentos (tanto a la hora de comprar como de circular), su entramado híbrido enchufable es capaz de generar un total de 218 CV de potencia, los cuales desata en el momento en el que pulsamos el botón GTE.
Una batería más grande
Pero eso son menesteres a los que llegaremos más adelante. Lo que realmente apasiona de este Passat Variant GTE es el salto experimentado en su rodar eléctrico, alcanzando según las cifras oficiales en ciclo WLTP un total de 54 km en modo cero emisiones o de 70 km en el NEDC, algo menos fiable. Sin embargo, este último es el que nos permite compararlo con su predecesor, pues el anterior Passat GTE homologaba una autonomía de 50 km este último régimen. Como ves, el salto es representativo. El responsable de esta mejora, la batería que ahora es de 13 kWh y 37 Ah en lugar de 9,9 kWh y 26 Ah.
Pero esta mejora en la batería también tiene un par de puntos desfavorables. El primero, el tiempo de carga. Ahora necesitaremos invertir más minutos para rellenarla, sobre todo si lo conectamos a una toma doméstica (de 2,3 kW) en cuyo caso y con ella prácticamente agotada tuvimos que esperar 5 horas y 10 minutos para obtener de nuevo el 100%. El segundo inconveniente, la pérdida de 167 litros en el maletero frente a cualquier otro Passat Variant, hasta los 483 litros. Sigue siendo una buena cifra, que puede llegar incluso hasta los 1.613 litros al abatir los respaldos traseros, e incluso se mantiene un pequeño hueco bajo el fondo que resulta ideal para almacenar los cables de carga y los elementos de señalización en caso de avería.
El resto, invariable más allá de un puesto de conducción con elementos exclusivos como los grafismos del cuadro de instrumentos digital, los botones para manejar el sistema híbrido y los menús específicos del mismo, con pantallas exclusivas como el esquema híbrido, la programación de la carga, el tipo de conducción realizado, etc… Todo ello envuelto en la misma calidad de siempre, con los nuevos detalles de la actualización (como la supresión del reloj analógico por el nombre de Passat), o con elementos como el tapizado en tela azulado específico de esta versión y la función gestual del monitor central.
Sin ruidos, sin humos
Pero lo importante de este Passat Variant GTE llega cuando se inicia la marcha. A estas alturas, ya no nos sorprende que al arrancar no haya ningún ruido mecánico pero sí lo hace que este Passat Variant sea casi capaz de cumplir la autonomía homologada. Cierto es que al desenchufarlo el dato no superaba los 45 km (aunque otro día conseguimos ver 57 km), pero a poco que nos pongamos a rodar y lo hagamos con cierta conciencia, conseguiremos alcanzar dicho recorrido.
Evidentemente será en el entorno urbano donde consigamos acercarnos más a dicha cifra gracias principalmente a la regeneración de la energía. Función que por cierto solo se activa mediante la palanca de cambios, cambiando de D a B, notando cómo la frenada es más severa pero sin llegar a ser tan intensa como la de un eléctrico puro o como la de otros híbridos enchufables.
Volkswagen ha querido simplificar la conducción de este Passat Variant GTE al máximo suprimiendo dos de los cinco modos de conducción que existían anteriormente por lo que ahora propone el E-Mode (100% eléctrico), Hybrid (combina ambos motores) y el comentado GTE que desata todo el potencial del coche. No obstante, dentro del programa Hybrid hay otros dos adicionales (que cuesta encontrar por cierto) como son el Battery Hold y el Battery Charge. Ambas serán especialmente útiles si vamos a entrar en una zona urbana de bajas emisiones y queremos disponer del máximo de carga ya que con el primero se mantiene un nivel de carga deseado y con el segundo podremos ir recargando la batería mientras circulamos, a costa eso sí de aumentar el consumo de carburante.
Ya que hablamos del consumo, este variará muchísimo en función del escenario y del tipo de conducción. Dejando a un lado la obviedad que supone el llegar a un gasto 0 de gasolina si circulamos únicamente en modo eléctrico, en nuestra prueba hemos llegado a medir de media, en un trayecto que combinó a partes iguales autovía, vía secundaria y ciudad, 2,5 l/100 km y 12,7 kWh/100 km con casi un 65% del tiempo empleando el motor eléctrico y circulando en modo eléctrico. Ahora bien, si el trayecto aumenta su distancia y la batería pierde toda su carga, será fácil ver cómo el gasto de combustible supera los 7 l/100 km con facilidad. Sea como fuere, durante la semana de pruebas y realizando todo tipo de test, el dato final que nos dejó este Passat Variant GTE en los más de 300 kilómetros realizados fue de 4 l/100 km y 7,9 kWh/100 km, siendo necesario cargarlo únicamente en dos ocasiones.
En perfecto equilibrio
¿Qué pasa cuando pulsamos el botón GTE? Pues que además de aparecer un mensaje en el cuadro de instrumentos digital de 11,7 pulgadas, notamos cómo la berlina familiar se vuelve más reactiva. No llega a ser tan dinámica como el R-Line Performance, pero el motor eléctrico aquí se convierte en el aliado perfecto para conseguir el máximo rendimiento. Tal es así que es con este modo con el que el Passat Variant GTE consigue pasar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y, lo que es mejor, recuperar en el 80 a 120 km/h en menos de cinco segundos.
En marcha será esencial combinarlo con el modo Sport, pues no solo varía la respuesta de la dirección, motor y cambio sino que en caso de equipar el chasis adaptativo DCC modificará la dureza de los amortiguadores. Pese a todo, el Passat sigue manteniendo su cualidad de perfecto rodador convirtiéndose en una de las berlinas más confortables para viajar. Mantiene el aplomo, vira plano y apenas balancea en tramos revirados.
Pero además, es uno de los Volkswagen más seguros de la historia gracias, en parte, a los nuevos sistemas de asistencia a la conducción aglutinados bajo la marca iQ.Drive y que le dotan de un nivel 2 de conducción autónoma. Entre algunos de ellos, aunque nuestra unidad solo montaba dos, están el Travel Assist que combina el asistente de guiado en el carril con el control de velocidad adaptativo, el volante capacitivo que elimina la necesidad de moverlo para demostrarle al coche que tenemos las manos sobre el mismo (basta con posarlas), un asistente para obras…
Como decimos, nuestra unidad solo equipaba un par de ellos siendo necesario realizar un desembolso extra para contar con ellos por lo que Volkswagen nos los aglutina en varios paquetes denominados Hola Seguridad y Hola Tecnología. A ellos se suman otros muchos que harán subir considerablemente una tarifa que ya parte de los 51.310 € pero que gracias a los descuentos se queda en 45.380 € sin contar el plan de ayudas Moves 2 de compra al coche eléctrico que puede añadir hasta 5.000 € de rebaja adicionales.
En definitiva, este Passat Variant GTE consigue perfeccionar el que parecía uno de sus puntos más débiles, la autonomía eléctrica, ofreciendo ahora un recorrido más verídico al uso que le estamos dando. Todo ello acompañado del que creemos es un consumo medio, con ambos combustibles’, bastante bueno y con un tiempo de carga correcto para nuestras aspiraciones.